Rusia celebró ayer la victoria contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial con el mayor desfile militar de su historia y cientos de miles de personas en las calles, lideradas por el presidente Vladimir Putin, en un ambiente de patriotismo marcado por la tensión con Occidente por el conflicto en Ucrania.
El primer mandatario ruso remarcó el rol de la Unión Soviética en la derrota de Adolf Hitler. Al mismo tiempo, agradeció la “contribución” de los aliados a la victoria militar en 1945. “Hay que recordar que es el ejército ruso el que, tras un asalto a Berlín, puso punto final a la guerra contra la Alemania de Hitler”, declaró Putin, en un discurso ante 16 mil soldados congregados en la Plaza Roja, antes del inicio de un gigantesco desfile militar, en el que participaron 200 vehículos blindados y 143 aviones y helicópteros.
“Agradezco a los pueblos del Reino Unido, Francia y Estados Unidos su contribución a la victoria. Doy las gracias a los diferentes países antifascistas que participaron en los combates contra los nazis”, agregó el mandatario, que acudió a la manifestación popular con un retrato de su padre, herido en el cerco a Stalingrado.
El jefe del Kremlin estuvo flanqueado por los presidentes de China, Xi Jinping; de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Nicolás Maduro, y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Los mandatarios de Francia, Reino Unido y Estados Unidos pegaron el faltazo, en boicot por la guerra entre Kiev y los rebeldes prorrusos.