La investigación llevada adelante por la policía de Nashville determinó que la mujer que mató a seis personas, entre ellas tres menores, en el Covenant School anticipó su masacre en las redes a través de un inquietante mensaje.
Antes de disparar dentro de la escuela primaria cristiana, Audrey Hale ya tenía planeado su día. Se puso su pantalón camuflado, su remera blanca, un chaleco militar negro, su gorra roja y, antes de salir, le envió un mensaje por Instagram a su amiga Averianna Patton: “Estoy planeando morir hoy. ¡¡¡ESTO NO ES UNA BROMA!!! Probablemente oigas hablar de mí en las noticias después de que muera. Este es mi último adiós. Te amo. Nos vemos en otra vida. Audrey (Aiden)”.
Masacre en una escuela de EEUU: una exalumna mató a tres niños y tres adultos
Minutos más tarde, a las 9:57 a.m., es decir 16 minutos antes de que los policías fueran notificados por primera vez del tiroteo, Audrey agregó: "Básicamente, esa publicación que hice acá sobre vos, era básicamente una nota de suicidio". Al ver el mensaje, Patton inmediatamente llamó a la policía para reportar los mensajes, pero ya era demasiado tarde.
Patton comentó en News Channel 5 Nashville que otro mensaje decía: “Algún día esto tendrá más sentido. He dejado atrás evidencia más que suficiente. Pero algo malo está a punto de suceder”. Audrey Hale y Averianna Patton se conocían del colegio donde habían jugado básquet en el equipo de la secundaria.
Audrey, quien también se hacía llamar “Aiden”, que era transgénero y había ido a ese colegio cuando era una niña. Según el jefe de la policía local, John Drake, la atacante de 28 años era una mujer que se identificaba como hombre.
La masacre de Nashville
La atacante, abatida por los policías, había preparado mapas que detallaban la vigilancia y los puntos de entrada a la escuela, y también dejó un manifiesto escrito que sugería que planeaba más ataques en otros lugares.
Entre las víctimas había un niño de ocho años y dos de nueve -incluyendo hija del pastor de la iglesia- y dos maestras, una de los cuales fue directora durante mucho tiempo de la The Covenant School, una pequeña escuela cristiana para unos 200 estudiantes.
En la búsqueda de un motivo, el jefe policial John Drake declaró a NBC News que “existe cierta convicción de que hubo algún resentimiento por tener que haber ido a esa escuela". Y concluyó: "Apuntó a estudiantes al azar… cualquiera con quien se haya cruzado le disparó".
Repercusiones tras el tiroteo
Norma Hale, madre de Audrey, a través de una breve entrevista telefónica con la cadena televisiva ABC News, apenas pudo expresar: "Es muy, muy difícil este momento... ".
Stacie Wilford, una enfermera, dijo a la agencia AFP que fue "muy aterrador" sufrir un tiroteo tan cerca de su casa. Mientras que Chad Baker, un residente de 44 años, declaró estar "horrorizado y muy triste", y agregó que si bien apoya el derecho a portar armas, debería haber más regulación”, según publicó el Dailymail.
Recordemos que el presidente estadounidense, Joe Biden lleva tiempo pidiendo que el Congreso prohíba, o al menos restrinja, la posesión de estas armas de alto calibre utilizadas usualmente en estos incidentes y que pueden causar altos números de víctimas. Sin embargo, los legisladores republicanos -mayoritarios en la Cámara de Representantes (baja)- se oponen. La prohibición existió desde 1994 pero fue levantada en 2004.
Osos de peluche, cartas y ofrendas florales se fueron juntando en un memorial improvisado fuera de la escuela. Ni el Covenant School, ni la ciudad estadounidense de Nashville, Tennesse, volverá sentirse segura como antes de la masacre.
NT / ED