Las duras críticas del ministro francés de Economía Arnaud Montebourg a la política de austeridad del presidente François Hollande y a la canciller alemana Angela Merkel provocaron este lunes la caída del Gobierno del primer ministro Manuel Valls, a quien le encargaron formar un nuevo gobierno para mañana martes.
Tras un fin de semana marcado por las críticas de Montebourg, llegó la sanción: el jefe del Gobierno Manuel Valls presentó al presidente socialista francés, François Hollande, la dimisión en bloque de su gabinete de ministros durante una reunión de una hora este lunes por la mañana.
La crisis de gobierno en Francia y su rápido resolución al renovar un gabinete por completo, remiten en paralelo al caso brasileño en el que Dilma Rousseff, que implementó importantes cambios entre sus ministros para despedir a los calificados de corruptos. Muy distintos al modelo argentino, en que los ministros pueden sobrevivir a tres presidencias y a escándalos de presunta corrupción con denuncias judiciales.
Por lo pronto, en Francia, Valls tiene ahora la tarea de formar, de aquí al martes, y tras su dimisión ofrecida a Hollande, un "equipo coherente con las orientaciones" definidas por el presidente galo, señaló un comunicado de la presidencia francesa.
Se trata de la primera crisis gubernamental desde que Valls fue designado a fines de marzo para dirigir el Gobierno francés, en sustitución de Jean-Marc Ayrault, tras la derrota de la izquierda en las elecciones municipales. En éstas, los grandes ganadores fueron la conservadora UMP y el Frente Nacional, de extrema derecha.
Arnaud Montebourg había sido llamado al orden el domingo por el entorno de Valls, que consideró inaceptables las virulentas críticas contra la política económica del Gobierno y la austeridad impuesta por Alemania. "Se considera que ha traspasado una línea amarilla en la medida en que un ministro de Economía no se puede manifestar en tales condiciones sobre la línea económica del gobierno y sobre un socio europeo como Alemania", había declarado a la AFP un colaborador de Valls.
Pero todo parecía apuntar a una simple llamada de atención, y nadie se esperaba una remodelación del ejecutivo.
El propio Montebourg, de 51 años, en una declaración el lunes por la tarde, confirmó que dejará el cargo de ministro de Economía para "recuperar su libertad". Insistió en sus declaraciones anteriores y reiteró que las políticas de austeridad y reducción de los déficits son un "absurdo financiero", ya que "lastran el crecimiento".
El crecimiento económico de Francia está estancado y a fines de junio la segunda economía del euro alcanzó un nuevo máximo histórico de desempleo con 3,398 millones de parados, casi un 11% de la población activa.
Una parte del Partido Socialista es cada vez más crítica con la política económica de austeridad del gobierno, que la considera contraria a las promesas electorales realizadas durante la presidencial de 2012.