INTERNACIONAL
60 años

Resolución pacífica para el Tíbet

tibet 09032019
Tibet | AFP

Marzo de 2019 es un mes de suma carga simbólica para el Tíbet. En vista a contrarrestar la intensidad de cualquier movimiento social vinculado a la causa de esta población, las autoridades del gobierno chino decidieron bloquear el acceso a los visitantes extranjeros en la Región Autónoma del Tíbet desde el 30 de enero hasta el 1° de abril, según declara la Central Tibetan Administration (CTA) en un comunicado de prensa de fines de febrero. Esta medida de impedir el ingreso de funcionarios públicos, diplomáticos, periodistas y personal del servicio militar durante dicho período ya se ha tornado una costumbre en vísperas de las fechas más sensibles que encarna el Tíbet.

Mañana se conmemora el 60° Aniversario del Día del Levantamiento Nacional Tibetano, el cual refresca la memoria de las revueltas contra la invasión china el 10 de marzo de 1959, que significó un fracaso para los tibetanos y culminó con el exilio del XIV Dalai Lama en la ciudad india de Dharamshala junto a miles de sus seguidores. Pero por otro lado, también es preciso traeral diálogo los disturbios ocasionados el 14 de marzo de 2008 en la capital de Lhasa –antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos en Pekín– con motivo de la añeja opresión del Par tido Comunista Chino (PCC). ¿En qué contexto el Tíbet recuerda tales acontecimientos? Pues, sumergido en el cerco de la carencia de derechos políticos y libertades civiles, atrapado en la noción de uno de los territorios con menor libertad –el segundo puesto después de Siria–, según el último informe de Freedom House.

Las discrepancias que acumulan China y el Tíbet con respecto a la ocupación de esta región se remontan al binomio liberación-invasión (“liberación pacífica” para el PCC e invasión y genocidio cultural para los tibetanos en el exilio), cuya fundamentación varía a partir de las lentes mediante las cuales se analice el caso. Sin embargo, existen datos concretos que no pueden –ni merecen– ser ignorados o sometidos a la duda. Como se explica en la publicación Tibet was never a part of China but The Middle Way Approach remains a viable solution, realizada por la CTA en octubre del año pasado, es posible representar la fallida Rebelión Tibetana en dos cifras amargas: el desplazamiento de más de 80 mil tibetanos hacia las fronteras de India, Nepal y Bután y, sumado a esto, se estima que las tropas militares chinas provocaron la muerte de 87 mil miembros de la resistencia tibetana en Lhasa y las áreas aledañas tan solo entre marzo y octubre de 1959.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

A pesar de la ocupación china y sus consecuencias para la población en la región, la atención de la comunidad global fue casi inmutable, excepto por los esfuerzos aislados de determinadas agrupaciones colectivas. Esto promovió el establecimiento de una organización de carácter internacional capaz de coordinar las campañas de ayuda destinadas al pueblo tibetano con la finalidad de nuclear a todas ellas y así aumentar su efectividad. En respuesta a estas necesidades, en el año 2000 surgió la International Tibet Network en la 3a Conferencia Internacional del Grupo de Apoyo al Tíbet en Berlín. Actualmente, la red cuenta con más de 200 grupos de apoyo distribuidos en más de cincuenta países, de los cuales 18 se encuentran presentes en América Latina.

El transcurso del tiempo aún no ha acarreado una solución pacífica para el Tíbet. Los años de espera se prolongan y la esperanza de alcanzar un cambio se divisa cada vez menos. Por esta razón, la programación de los eventos en conmemoración del 60° Aniversario cumple una función especial, servir de caja de resonancia. Este 10 de marzo la bandera del Tíbet flameará en todos los continentes como signo de la persistencia.

*Colaboradora del Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos de Cadal.