Rusia bombardeó de forma “masiva” ayer las infraestructuras energéticas de Ucrania, provocando nuevos cortes de electricidad a lo largo del territorio y la interrupción del suministro de agua en la capital, en pleno invierno boreal.
“Otra oleada masiva de bombardeos rusos contra las infraestructuras energéticas. Habrá cortes de electricidad de emergencia”, declaró el ministro de Energía, German Galushenko, en Facebook.
Tras los ataques, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, pidió a los aliados occidentales que entregaran más armas. “Esto acabaría efectivamente con el terror ruso contra Ucrania y restauraría la paz y la seguridad en Europa y más allá”, dijo.
Las alertas antiaéreas sonaron en todo el territorio y las autoridades pidieron a la población que permaneciera en sus casas. En la capital, Kiev, Moscú lanzó “unos cuarenta misiles”, según la administración militar de la región en Telegram.
Los bombardeos provocaron principalmente cortes en el suministro de agua y la ciudad anunció que el servicio de metro quedaría interrumpido durante todo el día debido a los “daños en el sistema energético”.
Más al sur, en Kryvyi Rig, donde nació el presidente Volodimir Zelenski, al menos dos personas murieron después de que un misil ruso alcanzara un edificio residencial. Los bombardeos hirieron además a cinco personas, entre ellas dos niños. “Todos están en el hospital”, informó el gobernador regional, Valentin Reznichenko, en Telegram. También murió una persona en la ciudad de Jersón, situada un poco más al sur y recuperada recientemente por las tropas de Kiev. Tres resultaron heridas.
En los últimos meses, Rusia sufrió una serie de reveses militares en el sur y noreste de Ucrania. Desde entonces, ha optado por bombardear las instalaciones energéticas del país, dejando a millones de ucranianos sin luz ni calefacción, en un momento de temperaturas gélidas.
Kiev, bajo fuego. En Kiev, las temperaturas oscilaban el viernes entre uno y tres grados bajo cero. La capital resistió “uno de los mayores ataques con misiles” desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, afirmó la administración militar de la región.
“Debido a los daños en la infraestructura energética, hay interrupciones en el suministro de agua en todas las partes de la capital”, declaró el alcalde Vitali Klitchko en Telegram.
Los habitantes de la capital se refugiaron en las estaciones de metro, después de que el servicio quedara interrumpido. La capital ucraniana ya había sido blanco el miércoles de 13 drones explosivos, pero el ejército aseguró haberlos derribado.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zaluzhny, aseguró en una entrevista publicada el jueves que prevé una nueva ofensiva rusa sobre Kiev en los primeros meses de 2023.
Los combates se centran actualmente en el este y el sur de Ucrania, donde los bombardeos también dejaron sin luz varias ciudades. Una de las afectadas fue Járkov, la segunda ciudad ucraniana en el noreste, según informó en Telegram su alcalde, Igor Terekhov. Los bombardeos alcanzaron también la región de Zaporiyia, donde se sitúa la mayor central nuclear de Europa, según su gobernador, Oleksandr Staruch.
Los bombardeos rusos afectaron además la circulación de los trenes eléctricos de la región de Járkov, Kivograd, Donetsk y Dnipropetrovsk. Los ferrocarriles ucranianos informaron que “circularán con locomotoras de reserva”.