Agencias
Lo que el jueves parecía ser un acto individual –el de una pareja de origen paquistaní autorradicalizada que realizó una matanza en un centro para personas discapacitadas, con 14 víctimas–, con el curso de las horas fue tornándose una investigación sobre un hecho terrorista, en pleno territorio de los Estados Unidos. Tashfeen Malik, la mujer de la pareja, manifestó su lealtad a Estado Islámico en su propia página de Facebook.
“Parece que se había radicalizado”, dijeron fuentes policiales a la cadena de televisión CNN en alusión a Syed Farook, quien junto a su esposa, Tashfeen Malik, irrumpió el miércoles en un almuerzo de Navidad en el centro para discapacitados donde trabajaba, situado en la ciudad de San Bernardino, 100 km al este de Los Angeles.
Fuentes parlamentarias, incluso, brindaron un elemento más: según el periódico The New York Times, Farook había estado en contacto “con extremistas en Estados Unidos y en el extranjero hace muchos años, pero no recientemente”.
La computadora de la pareja tendría algunos datos, borrados en los días previos al accidente, que podrían orientar la investigación: Tashfeen Malikm, de 27 años y madre de una hija de sólo seis meses, habría declarado en un texto su fidelidad al líder de EI, Abu Bakr al-Baghdadi. Lo hizo en una cuenta con un nombre distinto al suyo, según un oficial que, sin embargo, no ha explicado cómo están seguros de que había sido la atacante la autora de ese mensaje, que ya ha sido retirado de las redes sociales. Por su parte, la cadena de televisión NBC, que menciona como fuente a un funcionario familiarizado con la investigación, dice que ese mensaje fue publicado “justo antes del ataque”.
Datos. Se hallaron 12 artefactos explosivos en la residencia de la pareja, además de una impresionante cantidad de munición: unas 1.600 balas de fusil en un automóvil y otras 5 mil en su vivienda.
Además, desde el principio se supo que Syed Farook “habría hablado con alguien, que le habría dicho a alguien que vio alguna cosa concerniente a Estado Islámico, lo que, sumado al hecho de que Farook y Malik habían alquilado unos días antes una camioneta 4x4 negra en la que intentaron escapar tras la masacre, y donde fueron abatidos, es un dato más que sugerente sobre la planificación de los hechos. Además, la pareja realizó la matanza con ropas de combate.
Datos que revelan no sólo un nivel de preparación, sino un cierto nivel de logística. La pista del terrorismo no invalida otro de los riesgos que reveló la matanza: lo fácil que es tener armas en EE.UU.
Una intimidad sorpresiva
No sólo el gobierno de los Estados Unidos se sorprendió con la acción emprendida por Syed Farook. Quienes lo conocían no dan crédito a la hipótesis de que se trata de un terrorista.
“Era un hombre reservado, tímido, tranquilo, simple, nunca lo vi faltar el respeto a nadie”, contó Gasser Shehata, de 42 años, quien acude a diario a la mezquita.
Farook había dejado de ir a la mezquita en las últimas semanas.
Seguramente, porque ya había emprendido la recta final del camino que lo llevó a la matanza.
Un antecedente puede rastrearse en el viaje que la pareja hizo a la la Meca en 2014. Se habían conocido por internet.