En 2016 se prohibió a los habitantes de San Pedro La Laguna, en Guatemala, el uso de bolsas, envases y todo tipo de recipientes plásticos de un uso. A partir de ese año sus 14.000 habitantes lo cumplieron y se transformaron en un ejemplo medioambiental para el resto del mundo.
"Había demasiados residuos para la planta de tratamiento", explicó Nancy González, activista maya de San Pedro La Laguna. En diálogo con la agencia Rfi explicó que “la industria del plástico se resistió e impugnó ante la Corte de Constitucionalidad esta medida del Municipio de San Pedro La Laguna. Sin embargo, los magistrados de la Corte dijeron (...) la decisión de la municipalidad era válida”.
La activista reconoció que la Pandemia provocó un retroceso por el miedo a contagiarse. "El acuerdo fue un éxito por cuatro años”, detalló y agregó que en la actualidad están “retomando el acuerdo para que otra vez dejemos de usar estas bolsas".
El alcalde guatemalteco explicó que el objetivo de prohibir y multar el uso de plásticos fue para preservar una de las principales fuentes económicas de los pescadores locales, además de que sirve como un centro turístico: el Lago Atitlán.
El uso desmedido del plástico había puesto en peligro la subsistencia del lago y convirtiéndolo en un vertedero de basura. Mauricio Méndez, alcalde de la zona, declaró para el diario El País: “Este pueblo ha sido cómplice y protagonista de las locuras en relación con el medioambiente”.
La activista Nancy Gonzáles detalló: "Dentro de la cuenca hay botaderos a cielo abierto. Entonces cuando llueve, estos residuos caen directamente al lago. Y el viento del norte nos lleva esta basura que acaba en las playas de San Pedro". La cantidad de desechos plásticos es tal que obliga a los habitantes -principalmente mujeres- a recoger el equivalente de al menos dos camiones de residuos.
Nancy González mostró optimismo con respecto a las discusiones en la capital francesa. El objetivo de muchos activistas medioambientales es limitar al máximo la producción de plástico y promover, a través de políticas de reciclaje, una solución que permita un procedimiento adecuado para el sector industrial que depende del plástico y ante países como Arabia Saudita, grandes productores de petróleo, materia prima del plástico.
Impacto medioambiental
Una bolsa de plástico del supermercado demora 150 años en degradarse, y una botella de plástico puede tardar hasta 1000 años. A pesar de diferentes iniciativas lanzadas por organizaciones ambientalistas para regular o impedir su uso, el plástico es un mal que afecta al mundo entero. En enero de 2022, por ejemplo, Francia prohibió los envases plásticos para frutas y verduras.
El alcalde del pueblo San Pedro La Laguna expuso su visión y el cambio de paradigma que sostiene la iniciativa. “La idea es generar oportunidades sostenibles. No se trata de ser solamente ambientalistas, sino también apoyar a las mujeres, al sector agrícola y al comercial”, expresó para la agencia alemana DW.
"Cuando asumí el cargo, el vertedero municipal estaba saturado de plásticos y la mayoría de los residuos terminaban en el lago", remarcó Mauricio Méndez. El alcalde del pueblo, que tiene una población de aproximadamente 14.000 habitantes, el 90% de origen indígena maya. "Necesitábamos actuar rápido", subrayó.
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Un paraíso libre de contaminación
Además de ser un recurso económico inmediato para los pescadores del municipio, la zona de la San Pedro La Laguna, en Guatemala, se transformó en una atracción ecoturística.
A orillas del majestuoso Lago de Atitlán, en las tierras altas del suroeste de Guatemala, el pequeño pueblo se convirtió en un pionero nacional contra la contaminación por plástico, uno de los desafíos ambientales más apremiantes de nuestro tiempo.
El medio ambiente sano es un nuevo derecho humano fundamental
Según un informe elaborado por Naciones Unidas, “la contaminación por plásticos a causa de los más de 430 millones de toneladas de plástico producidas anualmente. Dos tercios son productos de vida corta que en cuestión de segundos o minutos se convierten en basura, que luego invade los océanos y, a menudo, penetra en la cadena alimentaria humana”.
Una de las consecuencias más perjudiciales y duraderas de la crisis de la contaminación por plásticos son los microplásticos, una amenaza creciente para la salud de las personas y del planeta. “Estas pequeñísimas partículas de plástico están presentes en artículos de uso cotidiano, como cigarrillos, ropa y cosméticos”, destaca en su web las Naciones Unidas.
Los microplásticos
Las investigaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) demostraron que el uso continuado de algunos de estos productos aumenta la acumulación de microplásticos en el medio ambiente.
Se le llama microplásticos a aquellas partículas que pueden medir hasta 5 milímetros de diámetro. Estas desembocan en los océanos a causa de la descomposición de los desechos plásticos marinos, aquellas que pasan por las cañerías, las fugas de las fábricas, entre otras fuentes.
Cuando son ingeridos por la vida marina, como aves, peces, mamíferos y plantas, los microplásticos provocan efectos tanto tóxicos como mecánicos, lo que da lugar a problemas como la reducción de la ingesta de alimentos, la asfixia, los cambios de comportamiento y la alteración genética.
Además de invadir en la cadena alimentaria humana a través de los mariscos, las personas pueden inhalar microplásticos del aire, ingerirlos del agua y absorberlos a través de productos para la piel. Se encontrado microplásticos en diversos órganos humanos, e incluso en la placenta de los recién nacidos.
El tratado
Durante esta semana se celebra en París el segundo período de sesiones del Comité Internacional de Negociación (CIN), el CIN-2, en el que los países examinarán un documento de opciones que servirá de base para los debates de las reuniones.
Este CIN-2 constituye el siguiente paso de un proceso que comenzó en febrero de 2022, en la reanudación del quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2), cuando se adoptó una resolución histórica para elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, en particular en el medio marino.
El objetivo es concluir las negociaciones para finales de 2024 y crear un tratado mundial jurídicamente vinculante sobre los plásticos. Los países designaron al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para convocar y gestionar el proceso del CIN.
El documento de opciones es el resultado de la recopilación de los debates mantenidos en el primer período de sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN-1) y de las comunicaciones escritas de los Estados miembros previas al CIN-2. En él se exponen las posibles obligaciones con opciones para ambas partes. Presenta posibles obligaciones con opciones tanto para medidas jurídicamente vinculantes como voluntarias que abordan el ciclo de vida completo de los plásticos.
NT