Stacey Gwilliam, de 40 años, murió tras años de lucha contra las secuelas físicas y mentales que le dejó el brutal ataque de su exnovio, Keith Hughes. De acuerdo a la investigación, su muerte fue consecuencia de las afecciones de salud que sufría tras ese intento de asesinato.
Al respecto, los informes de toxicología encontraron una serie de medicamentos sedantes en su sistema, que en su mayoría fueron recetados, y un examen post mortem afirmó que la causa de la muerte fue bronconeumonía con toxicidad combinada de medicamentos.
Gwilliam fue atacada en julio de 2015 por su entonces prometido en Langland Bay, ciudad de Swansea en Reino Unido. Ella le había dicho que la relación estaba terminada, pero él se rehusó a aceptarlo.
En una declaración de la víctima ante el tribunal durante el juicio de Hughes por intento de asesinato, ella dijo que Hughes la llevó a Langland Bay para matarla. "La simple verdad es lo que me dijo ese día: 'Si yo no puedo tenerte, nadie puede'", dijo.
"Él sabía que la relación había terminado y sabía que no volvería con él. Me llevó allí ese día para matarme, y casi lo logra", sostuvo, según consignó BBC.
De acuerdo a la sentencia del juez, Hughes, de 39 años, trató de "romperle el cuello" y la escondió en una tumba debajo de un lecho de ramas antes de huir del lugar, pensando que la había matado.
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La policía arrestó a Hughes después de que tuviera un accidente en el auto de Gwilliam, y él les dijo a los oficiales que “nunca” la encontrarían. Pero Stacey estaba viva: logró salir del sitio donde él la enterró y pasó tres meses en el hospital aprendiendo a caminar y a hablar de nuevo.
El hombre fue condenado por intento de asesinato en el Tribunal de la Corona de Swansea en diciembre de 2015, y sentenciado a un mínimo de ocho años y medio de prisión.
Si bien Stacey se recuperó, su vida no volvió a ser la misma: después del ataque desarrolló una bronconeumonía e infecciones en el pecho con las que tuvo que lidiar durante años, y tomaba sedantes para sobrellevar su angustia y depresión.
El policía de la Comunidad de Gales del Sur, Tom Evans, dijo en la audiencia en la que acusaron a Hughes que Gwilliam "sufría de depresión severa y ansiedad, y también sufría de neumonía debido a que fue enterrada viva".
ag / ds