Luego de que este miércoles Corea del Norte lanzara un nuevo misil balístico de largo alcance hacia el Mar del Este/Mar de Japón, el gobierno de Corea del Sur manifestó su preocupación porque desde el régimen de Kim Jong Un no respondieron a las dos llamadas diarias que realizan entre ambos países.
Según explicó la BBC, ambos países intercambian llamadas a las 09:00 y 15:00 horas locales mediante una línea militar directa con el objetivo de mantenerse en contacto y así evitar enfrentamientos fronterizos.
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Sin embargo, el ministro de Unificación surcoreano, Kwon Young-se, confirmó este martes que es llamadas no se concretaron y remarcó que se produjo una suspensión "unilateral e irresponsable" de las comunicación por parte de Corea del Norte.
En este sentido, Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl, explicó a BBC que "las provocaciones de Pyongyang continúan más allá de su protesta contra los ejercicios de defensa entre Estados Unidos y Corea del Sur", dado que "Kim Jong-un no ha terminado de demostrar su capacidad de envío nuclear".
"Sin embargo, ahora que los norcoreanos literalmente no están contestando el teléfono, la falta de comunicación directa y diplomacia aumenta el riesgo de una escalada accidental", advirtió.
El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, remarcó tras el último lanzamiento que las repetidas pruebas de misiles de Corea del Norte se traducen en una "amenaza grave e inminente" para el país nipón.
Por su parte, la vocera del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, Adrienne Watson, sostuvo que las recientes acciones norcoreanas "inútilmente aumentan las tensiones y arriesga desestabilizar la situación de seguridad en la región".
Adam Hodge, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, confirmó a través de un comunicado que Estados Unidos tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de su territorio y al igual que la de sus aliados surcoreanos y japoneses.
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El lanzamiento de este miércoles se produjo luego de que el líder norcoreano le ordenara a su ejército tomar un estilo "más práctico y ofensivo" de disuasión de guerra, según precisó la agencia estatal KCNA. Además, advirtió que podrían acelerarse las pruebas de armas para ampliar su arsenal en caso de que continúe el acercamiento entre Estados Unidos y Corea del Sur.
"La actual situación inestable en que se ve amenazada gravemente la seguridad de la Península Coreana debido a las fuerzas hostiles, nos exige a enfrascarno con mayor intransigencia en la implementación de la línea de fortalecimiento del disuasivo de guerra nuclear", sostuvo el mandatario norcoreano.
En este contexto, Kim Jong Un calificó el lanzamiento como un "importante avance en el desarrollo de las fuerzas estratégicas" de su territorio.
El misil balístico intercontinental Hwasong-18 es en estos momentos es la pieza central del arsenal nuclear norcoreano.
AS/LT
