Un hombre condenado por asesinar a una mujer y ocultar su cuerpo en un barril de concreto fue ejecutado con una inyección letal la noche del miércoles en Texas, en la primera de las dos ejecuciones previstas en el estado esta semana. Troy Clark, de 51 años, fue sentenciado a muerte por el asesinato en 1988 de Christina Muse, una excompañera de piso de 20 años.
Clark, consumidor y traficante de drogas, fue acusado de golpear a Muse y luego ahogarla en una bañera porque creía que ella iba a entregarlo a la policía. Escondió el cuerpo en un barril de concreto, un lugar en el los investigadores encontraron el cuerpo varios meses después, descubriendo un segundo cadáver de un hombre en el mismo lugar.
Pese a lo que sostenían los investigadores, Clark continuó negando su culpabilidad hasta el final de su vida, y sus abogados dicen que su condena está demasiado basada en el testimonio de una exnovia, que ha modificado sus dichos varias veces. Los abogados de Clark dijeron que las circunstancias atenuantes no estaban siendo consideradas en el caso, incluyendo que su cliente sufre de Síndrome Alcohólico Fetal.
Pese a lo que sostenían los investigadores, Clark continuó negando su culpabilidad hasta el final de su vida, y sus abogados dicen que su condena está demasiado basada en el testimonio de una exnovia
Para el jueves está programada otra ejecución. Daniel Acker, también condenado a muerte por asesinar a su novia, y que al igual que Clark, insiste en que es inocente. Texas, el estado de Estados Unidos con la tasa de ejecución más alta, ya había ejecutado a ocho personas desde el comienzo de año, en comparación con siete en 2016 y 2017. A nivel nacional, la ejecución de Clark fue la número 17 de 2018.
AFP/H.B.