Tras manifestar que se había sentido sola a lo largo de toda su vida, una mujer de 45 años inició una relación "erótica" con un árbol y afirma que el vínculo le cambió la vida. Su historia se viralizó en redes sociales y no tardó en generar polémica entre los usuarios.
Se trata de Sonja Semyonova quien vive en la isla de Vancouver de Columbia Británica, en Canadá, y recientemente se definió como "ecosexual". Todo comenzó en el invierno de 2020, en plena pandemia, cuando la mujer se mudó a su actual barrio y, mientras salía a pasear durante el confinamiento, comenzó a tener experiencias "eróticas" con un roble.
"La presencia que siento con el árbol es lo que estoy buscando", manifestó la mujer en diálogo con el medio Daily Star y aseguró que nunca nadie la hizo sentir como lo hace el árbol.
Semyonova aseguró que ahora se siente "protegida" y sostuvo que la relación con el roble "ha llenado un vacío" en su vida.
"La sensación de ser pequeñita y sostenida por algo tan sólido, la sensación de no poder caer. Había anhelado esa oleada de energía erótica que viene cuando conoces a una nueva pareja", expresó durante su entrevista con el medio británico.
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"Estuve caminando por un sendero cerca del árbol cinco días a la semana durante todo el invierno. Noté una conexión con el árbol. Había un erotismo con algo tan grande y tan viejo que me sujetaba", relató la mujer sobre el inicio de su curiosa "relación".
De todas formas, Semyonova aclaró que no mantiene actos físicos con él y explicó que los sentimientos que obtiene del árbol y de la naturaleza no son los mismos que los de la sexualidad humana.
"Un gran error es pensar que la ecosexualidad significa sexo entre las personas y la naturaleza, es una forma diferente de explorar lo erótico", concluyó la mujer cuya historia se viralizó en redes sociales, generando polémica entre quienes apoyaron su decisión y quienes optaron por cuestionarla.
Se casó con un árbol y aseguran que se aman
Un caso similar es el de la británica Kate Cunningham, quien en 2019 se casó con un árbol y cambió su apellido a "Elder". Tres años después del matrimonio, la mujer aseguraba que ambos eran "fuertes como el roble" y que se amaban más que nunca.
"La gente todavía hace preguntas y todavía no está segura de mis motivaciones. Me preguntan: '¿Estar casado ha cambiado tu vida para mejor?' ¡Sí!. '¿Amas el árbol?' ¡Sí!", relató en una entrevista con Daily Star.
En aquel momento, la mujer que contrajo matrimonio con el árbol en Rimrose Valley Country Park en Sefton, Merseyside, detalló que visitaba a su "alma gemela de madera" cinco veces por semana y que para la época de Navidad lo decoraba con una corona y otros adornos festivos.
Cabe aclarar que Cunningham también tiene está en pareja con un hombre real, y que este insistió en que no le molesta el vínculo de la mujer con el árbol.
AS./fl
