Brasil desplegó este domingo dos aviones Hércules C-130 en un vasto operativo militar para apagar los incendios que devoran partes de la Amazonía, mientras se anuncian nuevas protestas contra el presidente Jair Bolsonaro por su gestión ante los peores incendios en años en la mayor selva tropical del mundo. Entre el viernes y el sábado se declararon 1.130 nuevos incendios, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil. La mayoría ocurre en la cuenca del río Amazonas.
Un fuerte humo cubría la ciudad de Porto Velho en el estado de Rondonia donde el Ministerio de Defensa dijo que los aviones empezaron a echar miles de litros de agua sobre las llamas, cuyo número aumentó a lo largo del fin de semana. Las llamas arrasan áreas de la región fronteriza con Bolivia y provocaron una densa humareda que aumenta la contaminación a lo ancho de la Amazonía, un tesoro ecológico de 5,5 millones de kilómetros cuadrados bajo amenaza.
Más de la mitad de los 79.513 incendios registrados en Brasil este año tuvieron lugar en la Amazonía, y 1.130 se iniciaron entre el viernes y el sábado.
A pesar de que el 60% de la Amazonía está en Brasil, la selva también abarca partes de otros siete países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, así como la Guayana Francesa, un departamento de ultramar de Francia. En lo que va de año se registraron 79.513 incendios forestales en Brasil, el peor dato para ese período desde 2013.
Según datos del Instituto de Investigación Espacial de Brasil (INPE) en lo que va de año los incendios aumentaron un 83 por ciento respecto al mismo periodo de 2018. En 2019 esta agencia estatal registró 72.843 incendios, el número más alto desde que se alcanzó el anterior récord en 2013. Entre el 15 y el 20 de agosto, los satélites contabilizaron 9.500.
Expertos afirman que el aumento de la deforestación durante la temporada de sequía para crear tierras cultivables o de pastoreo agravó el problema este año. Al menos siete estados de los nueve que forman la Amazonía Legal brasileña, incluyendo Rondonia, pidieron al gobierno federal el envío de tropas, con lo que la zona selvática cuenta con 43.000 militares que ya están apostados en forma permanente y a disposición para apagar los fuegos.
Indignación mundial
Los incendios provocaron una ola de indignación mundial y son un tema de preocupación en la cumbre del G7 en Biarritz, Francia. Los líderes de las potencias mundiales reunidos en la cumbre acordaron ayudar a los países afectados por las llamas "lo más rápido posible", dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, el domingo. "Estamos todos de acuerdo para ayudar lo más rápido posible a los países afectados por estos incendios", dijo Macron.
Macron explicó que los países del G7 están dispuestos a "ayudar cuanto antes a los países afectados por los incendios". "Ahora nuestros equipos contactan con los países de la Amazonía para concretar esa ayuda", dijo. "Existe una verdadera coincidencia al respecto. Todos estamos de acuerdo en ayudar lo antes posible a los países afectados por estos incendios".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Boris Johnson, que asistieron también a la cumbre del G7, ofrecieron también la asistencia de sus países en tanto que la inscripción en la agenda del cónclave de esta crisis, sin participación de los países de la región, provocó la furia de Bolsonaro, quien denunció una "mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI".
"Una bobada"
En una entrevista con el diario Estadao, el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, criticó la movilización de diferentes líderes mundiales por los incendios y en particular calificó de "bobada" expresiones tales como que "el Amazonas pertenece a la Humanidad". "El Amazonas no es el pulmón del mundo. Eso ya se ha dicho y está reconocido", dijo Salles.
"La Amazonía tiene su ciclo cerrado. Emite lo que ella misma consume (...). Es un patrimonio brasileño. Esa historia de que pertenece a la Humanidad es una bobería. Nosotros tenemos la soberanía sobre la Amazonía", subrayó el ministro, quien destacó que es Brasil el país que debe "elegir" un modelo "que tiene que ser viable económicamente y proteger nuestra floresta". "Somos nosotros los que tenemos que escoger y somos nosotros los que tenemos que implementar", remarcó.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) la Amazonia, que abarca 7 países además de Brasil, alberga a cientos de especies animales y vegetales amenazadas.
Bolivia acepta la ayuda
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció este domingo su disposición a recibir la ayuda internacional para combatir los incendios forestales en la Chiquitanía, sudeste de Bolivia, fronteriza con Brasil, y comunicó su decisión de suspender su campaña electoral mientras dure la emergencia. "Hay algún anuncio de cooperación, bienvenido, la cooperación, sea de organismos internacionales, sea de personalidades, como también sea de presidentes", ha afirmado Morales, según la agencia de noticias estatal.
El clamor del Papa Francisco
El Papa Francisco rezó este domingo para que el incendio que se extiende por la Amazonía sea controlado "lo más rápido posible" al tiempo que reconoció esta región "como el mayor pulmón vegetal del planeta". "Todos estamos preocupados por los grandes incendios que se han desarrollado en la Amazonía. Oremos para que, con el compromiso de todos, puedan ser domados lo antes posible", dijo. "Ese pulmón del bosque es vital para nuestro planeta".
Acuerdo comercial en riesgo
Esta crisis amenaza también con boicotear el acuerdo de libre comercio alcanzado en junio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, cuyas negociaciones tardaron 20 años, pero que debe ser aún validado por los Estados miembros del bloque europeo. El presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, aseguró a los periodistas en el G7 el sábado que era difícil imaginar que los países europeos ratificaran un pacto comercial con el Mercosur mientras Brasil no logre frenar los incendios.
El domingo, el canciller de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo que quiere congelar su participación en el acuerdo debido a sus dudas sobre la voluntad de Brasil de respetar el acuerdo de París de 2015 sobre el clima. Bajo una presión cada vez mayor, Bolsonaro prometió el viernes un enfoque de "tolerancia cero" a las actividades delictivas en la Amazonía y prometió una acción enérgica para controlar los incendios.
D.S.