INTERNACIONAL
Cierre del G7

Trump se fue de Canadá dando un portazo y haciendo un escándalo

Voló a hablar de paz con Corea dejando al G7 en llamas: dijo que EE.UU. no apoya el comunicado final y que Trudeau "es deshonesto y débil". Amenazó con más aranceles.

Trump se fue de Canadá haciendo un escándalo.
Trump se fue de Canadá haciendo un escándalo. | AFP

La cumbre del G7 terminó este sábado en llamas y con renovadas amenazas al comercio mundial luego que el presidente de Estados Unidos Donald Trump rechazó suscribir la declaración final e insultara al anfitrión, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

"Basado en las falsas declaraciones de Justin en su conferencia prensa y en que Canadá cobra masivas tarifas a nuestros granjeros, trabajadores y compañías, ordené a nuestros representantes no apoyar el comunicado", tuiteó Trump cuando ya estaba a bordo del avión que lo llevaría a Singapur, donde se reunirá con el líder norcoreano Kim Jong Un para tratar la candente desnuclearización de la península coreana. Desde el Air Force One, Trump también reiteró la amenaza de imponer aranceles "a los autos que inundan el mercado estadounidense", en una decisión que apunta claramente hacia Alemania, otro prominente miembro del G7.

Pero los dardos mayores del presidente estadounidense fueron contra Trudeau, quien como anfitrión de la Cumbre había asumido la conducción de las deliberaciones y divulgado sus resultados. Trump dijo que Trudeau fue "sumiso y dócil" durante las negociaciones, "para luego decir en la conferencia de prensa final que no había sido presionado". Así Trump calificó al mandatario canadiense de "muy deshonesto y débil" y agregó que los recientes aranceles de Estados Unidos al acero y al aluminio de Canadá fueron una respuesta a los que Canadá le impuso a productos lácteos de Estados Unidos.

Trudeau "actuó tan sumiso y dócil durante nuestras reuniones del G7 solo para dar una conferencia de prensa después que me fui, en la que dijo que las tarifas de Estados Unidos son algo insultantes'", escribió Trump, furioso.

Más temprano, Trudeau había dicho a periodistas que la invocación de Trump a la seguridad nacional para justificar la imposición de aranceles al aluminio y al acero era "insultante" para los canadienses, que pelearon junto a sus aliados estadounidenses desde la Primera Guerra Mundial. "Los canadienses son corteses y razonables pero no son presionables", advirtió Trudeau. Y dijo haberle dicho a Trump que "con mucho pesar pero con absoluta claridad y firmeza impulsaremos medidas de represalia desde el 1 de julio con aranceles equivalentes a los que los estadounidenses injustamente nos han aplicado".

Luego de los furibundos tuits de Trump, la oficina de Trudeau comunicó que "el primer ministro se limitó a decir cosas que ya le había dicho cara a cara al presidente Trump". "Estamos centrados en todo lo logrado aquí en la cumbre del G7", señaló la oficina de Trudeau a través de Twitter.

Pese a la determinación de lideres europeos como Angela Merkel de Alemania y Emmanuel Macron de Francia de contragolpear ante el ataque proteccionista de Trump, una vez que el presidente estadounidense se había retirado de la cumbre se creía que se había alcanzado un acuerdo común. Funcionarios europeos rápidamente filtraron a la AFP la declaración conjunta la cual fue hecha pública antes de los tuits de Trump.

La furia del mandatario estadounidense sugiere que algún acuerdo colapsó dado que su más o menos explicita amenaza de gravar la importación de automóviles a Estados Unidos indignará a varios de sus poderosos aliados, especialmente a Alemania y Canadá que producen muchos vehículos para el mercado estadounidense. En retrospectiva, el consenso de la declaración parecía algo débil. Y aunque Trump ya se había ido de Quebec, quedaba muy claro que no se había llegado a un acuerdo de fondo sobre temas comerciales.

Trump alegó que Estados Unidos se sintió obligado a imponer aranceles al acero y al aluminio al afirmar que "se sentía harto de ser la alcancía del mundo". Pero sus contrapartes estaban igualmente decididas a aferrarse a las normas del comercio internacional. La declaración conjunta, fruto de dos días de negociaciones, establecía que el G7 buscaría reformar la supervisión del comercio internacional a través de la OMC e intentaría reducir tarifas.

"Nos comprometemos a modernizar a la OMC para tornarla más justa lo antes posible. Bregaremos para reducir barreras arancelarias, no arancelarias y subsidios", decía la declaración, empleando conceptos y términos utilizados durante décadas por el G7. Trump ya había dicho que no vacilaría en cerrar el mercado estadounidenses a los países que le impusieran medidas de represalia por sus aranceles. "La Unión Europea es brutal con Estados Unidos...Lo saben", dijo el mandatario a periodistas cuando se retiraba de la cumbre. "Cuando se los digo, se me ríen", dijo.