ansa/dpa/ap
Desde Santiago
Una ola de conmoción provocó ayer en Chile el suicidio del general retirado Odlanier Mena, el condenado ex jefe de Inteligencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet que estaba recluido en el Penal Cordillera. El ex uniformado se disparó en la sien a horas de que se cumpliera el traslado desde la cárcel vip a Punta Peuco, otro establecimiento carcelario con privilegios.
Mena fue el primer director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo que sucedió a la DINA luego de que Pinochet se viera obligado a disolverla por la vinculación de sus máximos jefes en el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, en Washington, en 1976.
Al momento de suicidarse, Mena estaba en su casa del barrio de Las Condes, en Santiago de Chile, ya que tenía, entre otros beneficios penitenciarios, salidas de fines de semana. Se encontraba acompañado de su esposa e hija, a quienes dijo que iba a sacar la basura, segundos antes de apretar el gatillo, según las primeras informaciones de la fiscalía.
Tras el suicidio del ex jefe de la CNI, las reacciones políticas, en plena campaña presidencial, fueron inmediatas. “Es una decisión muy trágica”, expresó la ex presidenta y candidata Michelle Bachelet. Por su parte, la postulante de la derecha, Evelyn Matthei, lamentó la muerte de Mena pero, al referirse al cierre del Penal Cordillera, opinó que “la ley debe ser igual para todos los chilenos”.
Mena cumplía una condena de seis años de prisión por su participación en la Caravana de la Muerte, que culminó con la muerte de tres dirigentes socialistas en 1973 en Arica, donde se encontraba entonces a cargo del regimiento. El viernes, el presidente Sebastián Piñera ordenó cerrar el Penal Cordillera, donde el militar de 87 años estaba recluido junto a otros nueve represores.
“Este es el resultado de lo que se ha fraguado en este último tiempo”, afirmó el abogado de Mena, Jorge Balmaceda. “Ojalá que sirva para la conciencia de las personas que adoptaron esta decisión tan grave”, aseveró el letrado, acusando implícitamente a Piñera por el suicidio del militar.
El mismo día de su muerte, el diario El Mercurio publicó una carta de lectores de Mena, en la que descartaba su participación en la Operación Cóndor. “Declaro, bajo juramento, que no he tenido conocimiento ni participación alguna en acciones ilegales”, escribió