INTERNACIONAL
en el cairo

Una cumbre infructuosa de países árabes y occidentales

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Todos. El encuentro quedó en buenas intenciones y cerró sin un documento final, sustituido por una declaración de Egipto. | afp

Dirigentes árabes y occidentales, reunidos en una “cumbre por la paz” en El Cairo, reclamaron ayer un “alto el fuego” entre Israel y Hamás, la “entrega masiva de ayuda” a la Franja de Gaza y una “solución” definitiva al conflicto israelo-palestino, que dura ya 75 años.

Pero la cita terminó sin un comunicado conjunto por falta de un acuerdo entre países árabes y occidentales, según diplomáticos árabes, en un momento en que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirma que la Franja de Gaza sufre una “catástrofe humanitaria”. 

El último conflicto comenzó hace dos semanas, cuando el grupo islamista palestino Hamás lanzó un ataque sin precedentes desde Gaza, penetrando en territorio israelí en una sangrienta ofensiva que dejó más de 1.400 muertos, la mayoría civiles, según las autoridades israelíes. 

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Unas 200 personas siguen secuestradas por el grupo islamista palestino desde el 7 de octubre.

Casi 4.400 palestinos murieron en la Franja de Gaza por los bombardeos israelíes lanzados en represalia, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna este enclave desde 2007.

Pero, más allá de los llamados para que la ayuda humanitaria les llegara a los palestinos de la Franja de Gaza, sometida a un asedio israelí, los representantes de los países occidentales y árabes no lograron ponerse de acuerdo sobre un comunicado final, indicaron diplomáticos árabes.

Las negociaciones tropezaron en dos puntos, según ellos: los países árabes se negaron a suscribir la “condena clara de Hamás” y el “llamado a la liberación de los rehenes” que pidieron los occidentales. 

Así, la cumbre concluyó con un comunicado de la presidencia egipcia en el que critica a “una comunidad internacional que puso de manifiesto en las últimas décadas su incapacidad para encontrar una solución justa y duradera a la cuestión palestina”.

Al inicio del encuentro, Guterres urgió a actuar para “poner fin a la pesadilla”. La Franja de Gaza necesita “una entrega masiva de ayda”, añadió, después de que veinte camiones llegaran al territorio palestino desde Egipto ayer.

Según la ONU, harían falta al menos cien camiones diarios para los 2,4 millones de gazatíes privados de agua, electricidad y combustible. Guterres intervino ante dirigentes árabes y europeos, incluyendo el anfitrión, el presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi; el rey de Jordania, Abdalá II; el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

También participaron el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, los jefes de la Liga Árabe, de la Unión Africana y delegaciones de Rusia, China, Japón y Canadá. Estados Unidos fue representando por un diplomático de menor rango e Israel no participó en la reunión.

“No nos iremos”. El rey de Jordania reclamó un “alto el fuego inmediato”, y el presidente egipcio insistió en el “derecho” de los palestinos “a establecer su Estado”.

“No podemos permitir que este conflicto se convierta en una crisis regional”, declaró por su parte el presidente del gobierno español. 

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, que gobierna en Cisjordania, reiteró la necesidad de poner “fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos y una solución de dos Estados”.

“No nos iremos” de las tierras palestinas, repitió tres veces Abas, que junto a Egipto y Jordania se opone desde hace días a la orden israelí de evacuar a los gazatíes del norte de la Franja hacia la zona sur, en la frontera con Egipto.

Los dirigentes consideran que este es un primer paso hacia “un desplazamiento forzoso” de palestinos al Sinaí egipcio. Según Abas, esto equivaldría a “una segunda nakba” (catástrofe en árabe), refiriéndose a la expulsión de unos 760 mil palestinos tras la creación del Estado de Israel, en 1948.

Vidas palestinas, vidas israelíes. Abdalá II criticó el “silencio global”, añadiendo que “es un mensaje muy peligroso”, el de que “las vidas palestinas valen menos que las israelíes”.

El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, denunció “una ayuda militar incondicional a Israel que solo sirve para mantener la ocupación” de los territorios palestinos.

Su homólogo saudita, Faisal bin Farhan, criticó el rechazo del Consejo de Seguridad de la ONU a dos resoluciones que pedían el cese de las hostilidades.

Egipto, que organizó esta cumbre, quiere jugar un papel diplomático destacado en el conflicto. Fue el primer país árabe en firmar la paz con Israel en 1979, y desde entonces El Cairo ha sido un mediador habitual entre Israel y los palestinos, entre ellos Hamás. Además, Egipto tiene el único punto de entrada a la Franja no controlado por Israel, Rafah.