INTERNACIONAL
tema dificil para el vaticano

Una "delicada" visita a un centro de atención para enfermos de sida

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Dream. Un proyecto de la comunidad católica Sant’Egidio. | ap

El papa Francisco visitó un centro de atención del proyecto Dream en Zimpeto, en la periferia de Maputo, que se ocupa de dar asistencia a enfermos de sida y portadores de VIH, una enfermedad cuyas medidas de prevención representan un terreno minado para la Iglesia Católica, que surge cada vez que un papa ha visitado Africa.

Creado en 2002 por la católica Comunidad de Sant’ Egidio, Dream está presente en 11 países africanos con 48 centros de tratamiento, más de 500 mil pacientes tratados y 130.000 bebés sanos nacidos de madres VIH positivas.

Francisco evitó ayer hablar del tema de la prevención, y alabó a quienes supieron escuchar el grito de “tantos que vivían con vergüenza, marginados y juzgados por todos”.

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En toda Africa no existen tratamientos gratuitos para el VIH y en países como Mozambique la presencia de portadores del virus sigue creciendo y alcanza el 13,2 % en la población de 15 a 19 años, según datos del Ministerio de Salud.

El Papa alabó a los centros como los de Dream, porque “muestran que hubo quienes se detuvieron y sintieron compasión, que no cedieron a la tentación de decir no hay nada por hacer, imposible combatir esta plaga, y se animaron a buscar soluciones”.

“Ustedes han escuchado ese grito silencioso, apenas audible, de infinidad de mujeres, de tantos que vivían con vergüenza, marginados, juzgados por todos”, dijo el Papa tras visitar las instalaciones.

Ese grito “les hizo entender que no bastaba con un tratamiento médico, necesario; por eso han mirado la integralidad de la problemática, para restituir la dignidad de mujeres y niños, ayudándolos a proyectar un futuro mejor”.

Preservativos. Bergoglio eludió el tema de la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, que expone a críticas a la Iglesia, que resurgen con cada visita papal a Africa.

El Vaticano sigue oponiéndose a todo método de anticoncepción, y el propio Francisco ha afirmado en el pasado que considera que “las relaciones sexuales deben estar abiertas a la vida”.

En 2016, el Papa pidió tener “un comportamiento responsable” para luchar contra la propagación del sida, aunque no precisó si eso incluía el uso de preservativos. Un año antes había reconocido, de regreso de una visita a Africa, el “desconcierto” de la Iglesia ante el uso del preservativo para luchar contra el sida.

Consideró que ese es “uno de los métodos”, pero que Africa tiene “heridas más grandes”, como la falta de agua y de alimentos.

Su antecesor, Benedicto XVI, provocó en su primer viaje a Africa, en 2009, una tormenta mundial al declarar que “no podemos solucionar el problema del sida con la distribución de preservativos. Al contrario, su uso agrava el problema”, aseguró.

Pero en 2010, el papa alemán admitió el uso del preservativo “en algunos casos, cuando la intención es reducir el riesgo de contagio”, y citó el ejemplo de una prostituta.