La polarización en Venezuela se expresará hoy en las urnas, de una forma implícita y silente. Alrededor de 20 millones de venezolanos están convocados a votar, pero la mitad de ellos se quedará en su casa, según adelantaron los sondeos de opinión. El presidente Nicolás Maduro, el gran favorito, buscará la reelección, mientras que la Mesa de Unidad Democrática (MUD), que desconoce las elecciones, no participará. El ex gobernador Henri Falcón está segundo en las encuestas y amenaza con dar la gran la sorpresa.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la mayoría de los gobiernos de la región anunciaron que no reconocerán el resultado electoral. En Venezuela la crisis eclipsó la campaña. El desabastecimiento de alimentos; una hiperinflación que, según el FMI, trepará este año al 13.000%; y la caída de la producción petrolera a su nivel más bajo en los últimos treinta años golpeó en los bolsillos de los venezolanos.
Receta. Sin embargo, Maduro prometió que si es reelecto, impulsará una “revolución económica” que devolverá la prosperidad, al tiempo que prometió pagar un bono a los ciudadanos que emitan su voto. “Hoy no soy el candidato de hace cinco años, soy un presidente curtido, más capacitado”, dijo en su cierre de campaña. Con sólo el 20% de popularidad, sus chances en las urnas aumentaron tras el boicot y la fractura de la oposición. El electorado chavista votará disciplinadamente a su líder, desgastado tras cinco años en el poder. Según la encuestadora Delphos, el sucesor de Hugo Chávez ostenta un 43% de intención de voto, mientras que su seguidor, Falcón, cuenta con 24%, en un escenario de participación del 51% del padrón electoral.
Pero la incertidumbre es total, ya que nadie puede vaticinar con exactitud cuántos venezolanos irán hoy a los colegios electorales. Si la abstención es alta, Maduro será reelecto, pero si prevalece la participación, crecen las chances de Falcón. “Una votación masiva y mayoritaria, que sólo puede venir de la oposición, podría ser utilizada como excusa por el chavismo (civil y militar), que se sienta amenazado de sanciones y aislamientos para presionar su reconocimiento”, opinó Luis Vicente León, presidente de la empresa de opinión Datanálisis.
Falcón, un ex militar retirado de 56 años, prometió dolarizar la economía, devolver empresas expropiadas por el chavismo y permitir la llegada de ayuda humanitaria. Sin embargo, su decisión de postularse rompió la unidad de la oposición, lo que le valió las críticas del antichavismo más visceral.
Además, hay otros dos candidatos. El ex pastor evangélico Javier Bertucci, que incursiona por primera vez en la política y reunió a miles de personas en sus actos, cuenta con un 19% de intención de voto. Reinaldo Quijada, en tanto, es un ex militante del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que se alejó del gobierno tras la muerte de Hugo Chávez.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó ayer a Maduro a convocar “elecciones genuinas” que “hagan efectivo el ejercicio del derecho al sufragio libre”, pero el pedido no fue atendido por el Palacio de Miraflores.
En un escenario incierto, los venezolanos irán a las urnas con una única certeza: su voto no pondrá fin a la aguda crisis que vive el país.
