La violencia policial contra negros en Estados Unidos tuvo otro episodio en Carolina del Sur. El oficial Michael T. Slager fue acusado de homicidio luego de que se difundiera un video que lo muestra disparándole a Walter Scott, un ciudadano afroestadounidense -aparentemente- desarmado.
El incidente se desató por una infracción de tránsito ya que el auto de Scott, según el reporte oficial, tenía rota la luz trasera. La tensión escaló cuando todo derivó en una persecución a pie y terminó de la peor manera: ocho balazos policiales mataron a otro ciudadano negro.
Luego de haber disparado, Slager se comunicó por radio y afirmó: “Disparos y sujeto herido. Él tomó mi Taser”. En línea, su abogado señaló que el efectivo se sintió amenazado porque Scott había tratado de dominarlo y quitarle su arma de electrochoque.
Sin embargo, las imágenes derriban la coartada del policía y lo muestran, según The New York Times, arrojando su Taser cerca de Scott después de haber disparado.
Walter Scott había sido arrestado cerca de diez veces, mayormente, por no pagar la manutención de su hijo o por ausentarse a audiencias judiciales.
El asesinato de North Charleston conmueve a todo Estados Unidos y vuelve a poner en el centro del debate el exceso policial y, a su vez, refresca la memoria de casos de gatillo fácil contra negros en Ferguson, Missouri, Cleveland y New York.
