INTERNACIONAL
Lógica racista o combatiendo el narcotráfico

Violencia policial en Río de Janeiro: deja 24 víctimas fatales en una favela

La operación policial en Jacarezinho con el objetivo de detener a narcos dejó un saldo de decenas de víctimas, de las cuales el 86% de las muertes son afrodescendientes. Este accionar es considerado el más letal de todas las incursiones policiales en la historia de la capital fluminense.

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operación policial en Jacarezinho | agencia AFP

Antes de ayer, fue un “jueves negro” para las comunidades que habitan los morros cariocas. Una operación policial en Jacarezinho, una favela localizada en el norte de la ciudad de Río de Janeiro, terminó con 24 pobladores asesinados y dos heridos graves.  Es la más letal de todas las incursiones policiales en la historia de la capital fluminense. El objetivo, al menos el informado oficialmente, fue detener a narcos acusados de utilizar menores de edad en el reparto de las drogas, y de adiestrarlos en el uso de armas. El hecho conmocionó la capital fluminense, pero repercutió en todo el país.

La Orden de Abogados de Brasil decidió tomar cartas en el asunto y visitar esa comunidad en cuanto se levantó el bloqueo policial. “Vamos a exigir peritos independientes para investigar el caso. No dejaremos en manos del propio actor policial las averiguaciones de una masacre de semejante dimensión” sostuvo Nadine Borges, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB.

Es la más letal de todas las incursiones policiales en la historia de la capital fluminense

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La defensora pública María Miranda, que llegó al lugar media hora después de los hechos, dijo que las escenas donde ocurrieron los crímenes fueron alteradas antes de las pericias. “En una de las casas, la familia fue tirada al piso, y los policías introdujeron adentro de la sala los cadáveres de dos jóvenes. Allí pudimos ver grandes charcos de sangre”.

 

El comisario Roberto Cardoso, jefe del Departamento General de Homicidios, se apuró a defender a sus agentes: “No hubo ninguna ejecución”. Para él, hubo una prueba de la “legalidad” de las acciones en la operación: es la muerte de uno de los agentes, André Frias, al ser alcanzado por un disparo en el pecho.  “Como señalamos, hubo una necesidad real de responder a la injusta agresión” alegó el comisario.

En términos semejantes, el vicepresidente Hamilton Mourao, un general considerado moderado, defendió a los agentes cuando los periodistas le preguntaron por este dramático episodio: “Eran todos delincuentes” alegó, sin contar aún con la identificación de las víctimas. “Un policía entra en una operación normal, pero a algunos le disparan y mueren. Eso es porque las bandas del narcotráfico son auténticas narco guerrillas y tiene el control territorial” añadió.

“Cómo podemos hablar de futuro si estamos en medio de un derramamiento de sangre que muestra el genocidio de nuestros jóvenes”, dijeron especialistas afrobrasileñas

Desde luego, la Red de Observatorios de Seguridad brasileña manifestó grandes dudas. Directivos de ese instituto ya se habían reunido el 19 de abril último en Brasilia con el ministro de la Corte Suprema Edson Fachin. En esa cita le informaron sobre el aumento de la “crueldad policial” y le dijeron que los agentes y sus jefes intentaban disimular los hechos en las favelas. En casos de haber muchas víctimas, la justificación policial es que las fuerzas “se encontraban patrullando en forma rutinaria y tuvieron que repeler una agresión”. Con ese argumento, explicaban por qué no se podía, en esas circunstancias, avisar con anticipación al Ministerio Público, sobre las operaciones en las favelas. Esa es la excusa que dieron ayer por los 24 muertos en Jacarezinho. Este episodio trágico estuvo precedido por otra acción policial: el 27 de abril, por la madrugada, hubo 9 casos fatales en apenas 12 horas.

“Una mirada en el número de operaciones, permite verificar un aumento de acciones policiales letales” dijeron las fuentes del Observatorio de Seguridad de Río. Añadieron que “en enero, febrero y marzo últimos, hubo 257 operaciones con 69 víctimas, y en 12 de ellas se registraron más de 3 muertos. Se trata de masacres realizadas por las esas fuerzas. Cuando hay múltiples muertes se sabe que no son accidentales”. De acuerdo con la entidad, a eso se suma que “la lógica de la Policía Militar de Río de Janeiro es racista. Los datos revelan que 86% de las víctimas de la violencia policial en Río son personas afrodescendientes”. Dos especialistas de Pernambuco, ambas afrobrasileñas, se interrogaron en una columna publicada por el diario O Globo: “Cómo podemos hablar de futuro si estamos en medio de un derramamiento de sangre que muestra el genocidio de nuestros jóvenes”.

*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.