INTERNACIONAL
A la par de Mao y Deng

Xi consolida su poder y marcha hacia un tercer período al frente del gobierno

El poderoso Comité Central del Partido coloca al líder chino como una de las figuras centrales de la Revolución y proclama que su pensamiento es “el marxismo del siglo XXI”.

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Solemne. El Comité votó una resolución que consagra la primacía del “xiísmo”, el socialismo con características chinas para la nueva era, que impulsará al gigante asiático a consolidar su hegemonía. | Xinhua / afp

El Partido Comunista Chino (PCChh) concluyó su Sexto Plenario con una simbólica resolución que avala el papel “central” de Xi Jinping como líder de la formación única, lo que allana el camino para que el presidente se presente a un tercer mandato al frente del gigante asiático.

La resolución eleva a Xi al mismo nivel de los grandes líderes del pasado, como Mao Zedong y Deng Xiaoping, al definir su pensamiento como “el marxismo del siglo XXI”.

Xi, líder indiscutible del país más poblado del mundo, encabezó desde el lunes una plenaria de unos 350 miembros del poderoso Comité Central del partido, el “Parlamento” del PCChh, que aprobó la resolución sobre los “Grandes logros y experiencia histórica de la centenaria lucha del partido”, tercer documento de su tipo en sus cien años de vida.

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El comunicado final publicado por la agencia oficial de prensa Xinhua pidió defender “la visión correcta de la historia del partido” y agrega que el PCChh “ha escrito la más magnífica épica en los miles de años de historia de la nación china”.

En su primera aparición tras la Sesión Plenaria del Comité Central, Xi aseguró ayer que China enfrenta un “momento crítico” para realizar la renovación de la nación y la resolución sobre los cien años de historia del PCChh aprobada por el Comité Central sirve para “unificar el pensamiento y reforzar la confianza del partido hacia el futuro”.

“El mundo de hoy está sufriendo cambios nunca vistos en un siglo y nuestro país está en un momento crítico para realizar la gran renovación de la nación china”, afirmó Xi, que consideró de “gran importancia” promover la victoria del socialismo con características chinas, la definición ideológica que él mismo plasmó en 2017 en la Constitución del partido y de la República Popular.

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Historia. En un país donde la historia es utilizada tradicionalmente para legitimar el poder, Xi ha aprovechado esta resolución para presentarse como heredero incuestionable del régimen. Desde su llegada al poder en 2012, “el socialismo chino ha entrado en una nueva era”, afirma el comunicado.

El “pensamiento” del hombre fuerte de Beijing “es la quintaesencia de la cultura y el alma chinas”, continúa el texto, que llama “a todo el partido, todo el ejército y gente de todos los grupos étnicos, a unirse alrededor del Comité Central con el camarada Xi Jinping como su eje”.

Al comentar ayer el resultado del plenario, el viceministro ejecutivo del departamento de Propaganda del partido, Wang Xiaohui, destacó que “el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para la nueva era es un momento culminante” de la resolución.

Por su parte, Jian Jinquan, director de la oficina de investigación sobre política del partido, destacó que la resolución rechazó las críticas sobre su sistema de gobierno, afirmando que no aceptará “lecciones paternalistas” sobre la democracia que, antes que nada, concierne a los “progresos alcanzados por el pueblo” y “la garantía de la gestión de toda la población a través de varios modos y formas”.

La democracia no es un camino exclusivo de los países occidentales, subrayó el acto funcionario, para quien “las democracias electivas de los países occidentales son un juego de los ricos, no una democracia real”, porque se trata de un sistema que contribuye a la desafección de los electores hacia la política, cuando por el contrario “la democracia popular china está fundada en la participación y la práctica”.

El poder de Xi. El plenario de este año allana el camino para el XX congreso del PCChh, en el que se espera que Xi asuma un tercer período al frente del gobierno, que lo convertirá en el líder más poderoso de China desde Mao Zedong (1949-1974).

Durante su siglo de existencia, el PCCh sólo había adoptado dos resoluciones sobre su historia, cada una de ellas antes del inicio de una nueva página política. La primera en 1945 había reforzado la autoridad de Mao Zedong cuatro años antes de la llegada al poder de los comunistas. La segunda, en 1981, otorgó a Deng Xiaoping, la oportunidad de dejar atrás el maoísmo reconociendo los “errores” de Mao, en un momento en que lanzaba grandes reformas económicas.

Al hacer adoptar una tercera resolución, Xi Jinping sigue los pasos de esos dos ilustres predecesores con el objetivo de escribir una nueva página a su nombre. En el comunicado oficial Mao es mencionado siete veces, Deng cinco y Xi 17.

Analistas consideran que la resolución ayudará a Xi a afianzar aún más su poder, al definir su visión sobre China antes del congreso del año próximo. “El partido reescribe su pasado para preparar el futuro en torno a Xi Jinping. Vamos a asistir a una forma de ley de silencio aún más grande” sobre las horas oscuras de la historia, estima el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, de la universidad bautista de Hong Kong.

Más firme ante el mundo. El período de Xi ha estado marcado por la guerra contra la corrupción, políticas represivas en las regiones de Xingjiang, Tíbet y Hong Kong, y un abordaje cada vez más asertivo de las relaciones internacionales. También creó un culto a su liderazgo que aplastó la crítica, erradicó a sus rivales e introdujo su propia teoría política a estudiantes de escuela y colegio.

Xinhua calificó esta semana a Xi como “sin duda la figura central en trazar el curso de la historia”. 

La reunión plenaria coincidió con una intensa actividad diplomática. Beijing y Washington anunciaron un inesperado acuerdo climático en la COP26 de Glasgow, en lo que pareció aliviar las fuertes tensiones entre las dos potencias y el anuncio de una videoconferencia de Xi y Joe Biden. 

Sin embargo, el presidente chino advirtió también de tensiones de la época de la Guerra Fría en la región del Asia-Pacífico. “Los intentos de trazar barreras ideológicas o formar pequeños círculos en base a la geopolítica están condenados al fracaso”, dijo en una conferencia empresarial virtual paralela a la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico organizada por Nueva Zelanda.

 

Cumbre con Biden el lunes

AFP y Xinhua

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, sostendrán una reunión virtual el próximo lunes “en la tarde”, dijo ayer la Casa Blanca, en medio de crecientes tensiones bilaterales sobre Taiwán, los derechos humanos y el comercio. 

“Los dos líderes discutirán formas de gestionar responsablemente la competencia” entre las dos potencias, según un comunicado, que afirma que durante la entrevista, Biden “será claro y franco sobre las preocupaciones” estadounidenses hacia China.

Por su parte, un portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin, dijo en Beijing que ambos países mantienen una estrecha comunicación sobre los arreglos específicos para la reunión de sus líderes.  El vocero recordó que este año el presidente Xi Jinping ha tenido dos conversaciones telefónicas con el presidente Joe Biden a petición de este último”. “Esperamos que la parte estadounidense trabaje con China para que la reunión sea un éxito y traiga las relaciones sino-estadounidenses de regreso al camino correcto de desarrollo sano y estable”, afirmó Wang.