Sofisticadas bandas de narcotraficantes, decenas de muertos por ajustes de cuenta, toneladas de drogas decomisadas y amenazas a políticos y jueces. El trágico cóctel rosarino saltó repentinamente a la portada dominical de la Edición Nacional de El País, que refleja en su título: "El narcotráfico asfixia Rosario" y más abajo dice que "La droga dispara la violencia en la urbe argentina".
El corresponsal del matutino español Francisco Peregil relata una crónica desde la ciudad santafesina que señala en las páginas 8 y 9 que "la Argentina en general y Rosario en particular están viviendo en los últimos años demasiadas situaciones relacionadas con el narcotráfico que parecían exclusivas de México o Colombia".
Después de hacer una dura descripción de la vida en los barrios más carenciados y de la explotación de niños "soldaditos" como vendedores de droga a "400 pesos por día y el derecho a portar arma", El País sostiene que "la eclosión del narcotráfico en Argentina ofrece su cara más cruel en el municipio con mayor tasa de homicidios en el país".
En un recuadro a dirigentes barriales rosarinos, el periodista señala que lo que ellos reclaman es "una mayor presencia del Estado en las zonas más pobres y violentas. Pero no solo de policías, sino de políticas de asistencia social".