La presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene por costumbre, durante sus extensos discursos, recordar la historia nacional y latinoamericana, pero desde una perspectiva revisionista.
No llamó la atención que volviera a hacerlo durante un acto por los 200 años de Paraná: la mandataria habló entonces de José Gervasio de Artigas, uno de los principales próceres de Uruguay. "Quería ser argentino y no lo dejamos. Nos dividieron y nos separaron", exclamó la jefa de Estado.
La declaración no cayó nada bien al otro lado del Río de la Plata, que la vieron, por un lado, como otro fallido del kirchnerismo, que no mantuvo buenas relaciones con los gobiernos uruguayos en la última década, y, por el otro, como un nuevo intento de imponer la idea de que el país es una "provincia argentina".
Entre las quejas y los análisis, la más insólita respuesta provino de la televisión. El programa Bendita TV, del Canal 10 de Uruguay, recopiló todas las reacciones de diversos programas a la frase de Cristina.
"No le falta nada, tiene el Papa, tiene Reina, y ahora quiere que Artigas sea argentino", fue una de las opiniones. El historiador uruguayo Gerardo Caetano, por su parte, refutó la versión de la mandataria, que sostuvo que Manuel de Sarratea le negó el ingreso a Artigas al país. Otra historiadora, Ana Ribeiro, sostuvo que es "un error" tomar el supuesto testamento de Artigas como documento histórico, ya que su veracidad no ha sido probada.