MEDIOS

Levinas contraatacó a Verbitsky y ratificó sus vínculos con la Dictadura

El autor de “Doble Agente” sostuvo que el Perro trabajó para la Fuerza Aérea entre 1978 y 1982 y lo acusó de montar operaciones contra el libro.

 Levinas cuestionó el editorial de Verbitsky y una nota del Buenos Aires Herald con testimonios favorables a su postura del ex comandante de la Fuerza Aérea Argentina, Omar Domingo Rubens Graffigna.
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Nuevos cruces reavivaron polémica entre los periodistas Horacio Verbitsky y Gabriel Levinas. El autor de “Doble Agente” salió a denunciar “una operación montada” por el columnista de Página/12 en una maniobra que “delata su desesperación y confirma sus métodos de topo servicial”.

Levinas volvió a acusar al Perro de haberle “hackeado sus computadoras y mensajes privados” con la eventual ayuda de “esbirros del ex jefe del Ejército, general César Milani,”. Es por ello que el periodista de radio Mitre aseguró que Verbitsky accedió al contenido antes de que llegara a la editorial. 

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A su vez, Levinas cuestionó el editorial de Verbitsky y una nota del Buenos Aires Herald con testimonios favorables a su postura del ex comandante de la Fuerza Aérea Argentina, Omar Domingo Rubens Graffigna, “quien negó que Verbitsky hubiere participado en la elaboración de sus discursos en los años de la dictadura”.

Y aseveró que en el libro no indicó que “Verbitsky conociera personalmente o trabajara directamente con Graffigna, sino que colaboraba con el “Cadete” Juan José Güiraldes, que era quien mantenía la relación con el Comando en jefe de la FAA y redactó los discursos de cuatro sucesivos comandantes”. 

“En el libro demostramos, con evidencia física irrefutable, que Verbitsky manuscribió 34 páginas que en gran parte fueron incorporadas a un discurso que Graffigna pronunció el 10 de agosto de 1979 en Jujuy, en ocasión del día de la Fuerza Aérea. Verbitsky colaboraba entonces con Güiraldes, un comodoro retirado pero de activo vínculo con la FAA, de la que era un ideólogo e intelectual influyente en la alta oficialidad militar, con la que nunca cortó relaciones, aunque mantuvo disensos en torno de la represión, que aconsejaba realizar por medios legales”, señaló Levinas en el sitio web Plaza de Mayo.

“Verbitsky busca pintar a Güiraldes, viejo conocido y protector suyo, con el que participó en el derrocamiento del gobierno de Illia desde la revista Confirmado (Güiraldes como Director, Verbitsky primero como Secretario y luego Jefe de Redacción) como un militar retirado en 1951, de nulos vínculos con la dictadura y de pintoresca afición a la tradición: una suerte de militar gaucho que bailaba malambo”.