El Banco Central indica que ingresaron a la Argentina 570 millones de dólares bajo el rubro de Inversión Extranjera Directa (IED), la cifra más baja de los últimos 20 años.
Junto a los 732 millones de dólares de 2021, el bienio pasado fue el de menor llegada de inversiones de las últimas dos décadas, por debajo incluso de 2002/2003, en la post-crisis de la salida de la convertibilidad.
El cepo cambiario, con complejísimas restricciones para el envío de dividendos a las casas matrices y las dificultades para importar insumos, aparece como la causa principal para desalentar la inversión extranjera. Nadie quiere ingresar divisas en un país que no da certezas de poder sacarlos.
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El freno mundial a la economía que trajo la pandemia todavía tiene consecuencias en este sentido. La estadística de la IED registra aquellas inversiones de largo plazo y en general con carácter productivo.
Lejos de estos magros números está el bienio 2011/2012, el de mejor desempeño del período, en el que llegaron al país más de 7.000 millones en el comienzo del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. También quedaron muy por debajo de las inversiones recibidas durante el gobierno de Mauricio Macri, en el que ingresaron al país un promedio de 2.400 millones de dólares por año.
FM
