El economista Camilo Tiscornia declaró que el Gobierno debe "resolver el problema que generó el desarme de las LEFIs" en un clima de confianza postelectoral. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), también analizó el futuro de la política cambiaria y aseguró que 2026 será "un buen año para la economía argentina".
Camilo Tiscornia es licenciado en Economía de la Universidad Católica Argentina. Posee una maestría en Economía por la Universidad Torcuato Di Tella. Fue gerente de Análisis Macroeconómicos del Banco Central de la República Argentina y es director de C&T Asesores Económicos, consultora que se especializa en análisis macroeconómico y asesora sobre las principales economías de América Latina.
¿Cuál es su visión respecto de si finalmente termina siendo positivo que el dólar ya haya aumentado el último mes y medio a 1.500 pesos? ¿Considera que se tienen que mantener las bandas, o si se tiene que liberar definitivamente lo que queda del cepo para personas jurídicas? Después de este resultado electoral y con la fortaleza que recuperó el Gobierno, ¿qué sería lo lógico hacer?
El Presidente mismo el día de las elecciones marcó la idea de tomar esto que llamó el Pacto de Mayo, que por ahí parecía que no era algo tan representativo, que no generaba tanto consenso. Me parece que partir de eso para lograr consensos y, como él mismo dijo, plasmar eso en leyes, es una gran hoja de ruta. De hecho, hay una convocatoria para gobernadores para el día de mañana que me parece muy interesante. A mí me parece que ese contexto general para marcar un camino de mediano y largo plazo es sumamente importante, que tiene que ir de la mano también de lidiar con el corto plazo y tratar de dejar atrás toda la tensión financiera de los últimos tres o cuatro meses, que realmente ha sido terrible.
El resultado de las elecciones le ha dado o muestra más confianza y creo que da más tranquilidad. Creo que el Gobierno lo tiene que hacer estos días o semanas es ir resolviendo eso. Obviamente, creo que justamente esa confianza le da también el tiempo y la posibilidad de hacerlo con cautela, porque yo creo que el tipo de cambio, con lo que ha subido en los últimos meses, desde el punto de vista de la competitividad, está a un nivel bastante razonable. Lo que se requiere es tratar de restablecer flujos de capitales, revertir la dolarización de carteras que hubo en los últimos meses y aprovechar ese momento para que sea el Banco Central el que pueda empezar a acumular reservas.
¿Y qué haría usted con las bandas? ¿Las mantendría o las liberaría directamente?
De corto plazo, el Gobierno dijo que no va a tocar las bandas. Lo que hay que tratar de hacer, primero que nada, es restablecer confianza y revertir la dolarización de los últimos meses. Ayudaría mucho también a la actividad económica que bajen las tasas de interés e ir viendo con cautela si las bandas son el mejor sistema o si hay que pasar a otro esquema. Me parece que acá no hay novedad. El Gobierno ha planteado varias veces, el presidente del Banco Central en particular, que el destino es flotar el tipo de cambio sin bandas.
Yo creo que ese sería el horizonte para la Argentina. El plazo en que eso haya que hacerlo es más discutible. El Gobierno, con el margen de maniobra que ha ganado con las elecciones y con el apoyo que tiene del Gobierno de los Estados Unidos, tiene tiempo para ir regulando eso. Pero yo creo que, en algún momento, el destino tendría que ser una mayor flotación, ya sin bandas.
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Hay toda una la discusión acerca de las acusaciones de mala praxis en el desarmado de las LEFIs. Por un lado, existía el temor de que algo que se tenía que renovar día tras día pudiera generar una corrida cambiaria en un proceso electoral, y se suponía de que iba a haber un ataque por parte de la oposición para que esas Leliq que todos los días prácticamente había que estar renovando, pudiesen volcarse de golpe a una corrida hacia el dólar. Finalmente eso no sucedió. En retrospectiva, ¿se hizo bien o mal en haber sacado las LEFIs y cuál sería su visión respecto del control de la masa de pesos que va a tener la economía en su conjunto?
El tema de las LEFIs es sumamente importante para explicar lo que ha pasado en los últimos tres meses. Hay que recordar que el Gobierno se las entregó a los bancos allá por julio de 2024. En el momento en que se entregaron esas LEFIs tenían un vencimiento de un año. Se sabía que en julio de 2025 iba a haber un problema cuando hubiera que cancelar esas LEFIs, salvo que la economía hubiera llegado en una situación excelente, que no iba a ser el caso cuando había elecciones por delante.
Entonces, llegado ese vencimiento, me parece que todas las opciones que había prácticamente eran malas, porque implicaba aumentar de un día al otro un 40% la cantidad de billetes de la economía, y nadie quería eso. Obviamente, eso provocó la cantidad de problemas financieros que hemos visto, más después del tema del Congreso.
La pregunta es por qué el vencimiento de las LEFIs cayó en julio de 2025, por ejemplo, y no cayó en diciembre de 2025, porque hubiera sido mucho más sencillo no haber tenido que enfrentar eso antes de las elecciones. Me parece a mí que la pregunta de fondo es esa: por qué el Gobierno no pudo, en julio de 2024, arreglar con los bancos para darles un instrumento que venciera después de las elecciones. No tengo una respuesta, pero ese tema fue clave, porque eso es lo que generó el problema de las LEFIs antes de las elecciones.
Intuyo que los bancos no querían tener un título que venciera después de las elecciones, y que, de hecho, es lo que terminó pasando cuando hubo que enfrentar el vencimiento de las LEFIs y el Tesoro fue ofreciendo distintos instrumentos. El Tesoro intentó que esos títulos vencieran lo más largo posible; los bancos, todo lo contrario, querían quedarse líquidos antes de las elecciones. Por eso lo que terminó pasando es que el Banco Central los tuvo que obligar a quedarse con eso aumentándoles los encajes. Evidentemente, había una precaución acerca de los bancos de quedarse líquidos para las elecciones.
Ahora es el momento resolver el problema que generó el desarme de las LEFIs. Lo que el Gobierno tiene que tratar de hacer, si existe la confianza, es estirar los vencimientos de todos esos instrumentos en pesos que han quedado un poco más concentrados ahora en el corto plazo. De hecho, hay una licitación. Creo que si se puede hacer eso va a ser una gran demostración de la confianza que haya ahora en el escenario postelecciones.
Y una reflexión general sobre 2026. ¿Cuáles son sus pronósticos?
A priori, me parece que puede ser un buen año para la economía argentina. Yo creo que lo que ocurrió en las elecciones el otro día es muy positivo. Adhiero bastante a la visión de un tuit del ministro de Economía que me parece que lo que el resultado de las elecciones mostró que la población argentina quiere ir para adelante. No quiere volver a cosas del pasado, por más que pueda entender que la situación actual es compleja. Entonces, pensando en el largo plazo, es un dato muy positivo.
Ahora el desafío lo tiene el Gobierno en cómo cambiar cosas que tiene que cambiar, tal vez en el modo de relacionarse con la oposición, porque esto es muy importante para plasmar los consensos en leyes y la habilidad de gestionar este corto plazo y torcer la expectativa financiera de los últimos meses. Si eso se puede gestionar, y creo que en esto la pelota está del lado del Gobierno, hay una muy buena perspectiva para el 2026, arrancando porque ya sabemos que algo crítico en la Argentina va a ser excelente: la cosecha.
TV/MU