El papa emérito, Benedicto XVI, fallecido este sábado a los 95 años, dejó un testamento espiritual en el que pide perdón de corazón a quienes haya podido perjudicar en su vida y emplazó a la Iglesia a mantenerse firmes la fe ante las propuestas filosóficas y científicas que buscan contrarrestarla. La capilla ardiente comienza hoy. El funeral será el jueves.
En su testamento, Benedicto XVI le agradece a Dios haberlo guiado en varios momentos de confusión y pide perdón a aquellos que haya perjudicado.
Difundió el Vaticano las fotos del cuerpo de Benedicto XVI en la capilla ardiente
En “Mi testamento espiritual", publicado este domingo por la Santa Sede en alemán e italiano, agradece en primer lugar a Dios, dispensador de todo buen don, que me ha dado la vida y guiado a través de varios momentos de confusión, levantándome cada vez que comenzaba a resbalar, donándome siempre de nuevo la luz de su rostro.
También agradece a sus padres por haberle dado la vida en la Alemania de entreguerras, en 1927, cuando el país se encaminaba al nazismo, y a sus hermanos, Maria y Georg.
Murió el papa emérito Benedicto XVI a los 95 años
La fe, señala Ratzinger, ha dialogado con la ciencia natural y de ella también ha aprendido a comprender mejor el límite de la dimensión de sus afirmaciones. En sus 60 años de teólogo, Ratzinger asegura haber visto colapsar tesis que parecían irreductibles, demostrando que eran solo hipótesis.
Benedicto XVI, retirado en un monasterio vaticano hasta su muerte desde su histórica renuncia en 2013, pide humildemente" rezar por él.
BL JL