El 2022 pasará a la historia como un año de cambios políticos profundos que tuvieron impacto a nivel global. La inauguración del presente calendario estuvo marcada por la ruptura del orden multilateral a partir de la invasión de Rusia a Ucrania, un conflicto que recrudeció, entre otras cosas, la incipiente recuperación económica global de la pospandemia.
Si bien la guerra en Ucrania marcó el tempo de la política internacional este 2022, existieron otros acontecimientos que quedarán en la memoria de las próximas generaciones. Entre ellos la muerte de la reina Isabel II de Gran Bretaña, cuyo funeral de estado rompió todos los récords de audiencia.
Desde el plano político, este año también fue testigo de grandes procesos electorales que reflejan cambios subyacentes en las sociedades del mundo, atravesadas por la disrupción tecnológica y la amenaza socioambiental. Entre ellos las elecciones en Brasil, la inestabilidad política en países como el Reino Unido y Perú o la llegada de la ultraderecha al gobierno de Italia.
A esto se suma el debate por los derechos humanos a nivel mundial tras las revueltas en Irán por el asesinato de Mahsa Amini o el cuestionamiento a la condena a la diversidad sexual de Qatar, anfitrión del Mundial FIFA 2022.
Uno a uno, los 6 eventos que marcaron este 2022
1. La guerra en Ucrania
El 24 de febrero el mundo vio como el presidente ruso Vladimir Putin anunció una "operación militar" para "desnazificar" Ucrania. Su decisión dio pie al mayor despliegue militar en Europa y, con ocho millones de refugiados, el mayor desplazamiento de personas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. También revivió el fantasma de la catástrofe nuclear vigente desde la Guerra Fría luego de que Rusia ocupara Zaporiyia, la mayor central de Ucrania y de Europa.
Poco antes de ese momento, el presidente ruso había advertido sobre la posibilidad de iniciar acciones militares en Ucrania, una especie de "línea roja" que separa a Rusia de los aliados occidentales. En especial ante la posibilidad de que Ucrania se adhiriera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar liderada por Estados Unidos.
Fuego cruzado, amenaza nuclear y torturas: el dilema de Zaporiyia, la central anexada por Rusia
Ante la ruptura del orden multilateral, numerosos países condenaron el accionar de Putin, que mantuvo como socios estratégicos a países como China o India. El apoyo a Ucrania se tradujo en una multimillonaria asistencia económica y militar cercana a un valor de 16 mil millones de dólares, y a una catarata de sanciones contra Moscú.
Lo que al principio parecía una guerra "relámpago" entre un gigante nuclear y un país emergente, se convirtió en una sangrienta que no parece tener fin. La matanza de Bucha o el ataque contra la maternidad en la estratégica ciudad de Mariúpol se convirtieron en una vergonzosa imagen del conflicto, y le valieron a Rusia un oficio en las cortes internacionales por crímenes de guerra. Esto se dio en línea con las acusaciones cruzadas entre Moscú y Kiev, y la contraofensiva ucraniana del último cuarto de año que permitió la recuperación de algunos territorios ocupados por tropas rusas.
2. La muerte de Isabel II
El 8 de septiembre la reina Isabel II murió a los 96 años y se llevó consigo gran parte de la convulsionada historia del siglo XX. A lo largo de sus 70 años de reinado, el mas largo registrado tras su tatarabuela Victoria I, la jefa de estado del Reino Unido marcó la política internacional con su propia impronta. Le tocó servir de cara visible de una de las potencias imperialistas en el marco del proceso de descolonización de países como la India o durante la guerra de Malvinas.
Se ganó seguidores en todo el mundo que siguieron de cerca el funeral de estado a lo largo de diez días. Cientos de miles de personas se congregaron en las calles de Londres para seguir de cerca el féretro, bajo la mirada de millones de personas vía streaming o por televisión.
La capital británica recibió dos mil invitados, entre ellos jefes de estado y de gobierno, que acudieron a la Abadía de Westminster, sede del funeral de la familia real. Entre ellos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Brasil, Jair Bolsonaro.
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3. Elecciones e inestabilidad política
Brasil tuvo un año particularmente complicado en torno a las elecciones presidenciales que enfrentaron a Jair Bolsonaro y al expresidente Lula da Silva, luego de su excarcelación y anulación de los procesos judiciales en su contra. La Justicia electoral, a cargo del juez Alexandre de Moraes, dictaminó el triunfo de Lula al obtener el 50.83%, sobre el 49.17% que sumó Bolsonaro.
Los ojos del mundo se situaron en la mayor economía de América Latina, conocida como "el pulmón del mundo" al albergar la mayor parte de la Amazonía, arrasada durante la gestión de Bolsonaro. Un gran caudal de líderes políticos de distinta filiación, figuras del espectáculo de Hollywood y deportistas se manifestaron sobre los comicios por este motivo en favor del expresidente.
En tanto, las elecciones en Brasil del 2 de octubre fueron las más polarizadas en décadas y se resolvieron el 30 de ese mes en un reñido balotaje. La derrota del líder del Partido Liberal, las denuncias infundadas de fraude y su demora en reconocer el estrecho resultado generaron un clima de máxima tensión en todo el país, que estuvo paralizado por violentas protestas durante días. El líder del Partido de los Trabajadores, en tanto, asumirá el primero de enero del año entrante.
Este año también sirvió de escenario de las elecciones de medio término en Estados Unidos en un momento bisagra para la administración de Joe Biden, considerando la caída en su imagen por debajo del 40 por ciento. Si bien se esperaba una "ola roja" republicana en los comicios celebrados el martes 8 de noviembre, esta finalmente no ocurrió, por lo que el mandatario de la primera potencia mundial salió fortalecido en términos de legitimidad.
Del otro lado del Atlántico, un reflejo de la convulsionada época que marcó el 2022 fue la inestabilidad política en el Reino Unido, a partir de la escandalosa salida del polémico exprimer ministro Boris Johnson en julio. Luego de tres meses de deliberación, los conservadores eligieron a Liz Truss como su sucesora al frente de Downing Street y líder de los tories, quien juró el 8 de septiembre.
Todo esto en línea con la peor crisis energética registrada en el país y el descontento popular, una situación que no pudo contener la flamante primera ministra que duró apenas 44 días en el cargo y fue finalmente sustituida por Rishi Sunak.
Otro de los países salpicados por una fuerte crisis política fue Perú, luego de que el 7 de diciembre Pedro Castillo anunciara un "autogolpe" para sobrevivir a un Congreso que estaba a punto de destituirlo.
Al perder el apoyo de las fuerzas de seguridad, Castillo fue destituido y detenido, y así se convirtió así en el sexto presidente peruano en ocho años. Su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió en medio de violentas protestas que arrojaron muertos y cientos de heridos en las que los manifestantes exigieron la convocatoria anticipada a elecciones.
Además, el mundo de la política estuvo marcado por la llegada al poder de la ultraderecha por primera vez en la historia de la república de Italia, de la mano de Giorgia Meloni y los Hermanos de Italia, un partido abiertamente posfascista.
4. El asesinato de Mahsa Amini y las revueltas en Irán
Irán se ha visto sacudido por unas multitudinarias protestas desde la muerte de la joven kurda iraní Mahsa Amini, de 22 años, el pasado 16 de septiembre, tras haber sido arrestada en Teherán por la policía de la moral, que la acusó de violar el estricto código de vestimenta femenino de la República Islámica.
El hecho generó un repudio internacional y encendió la mecha social que se tradujo en multitudinarias protestas contra el régimen que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. Además, el país persa fue expulsado de una comisión de la ONU sobre los derechos de las mujeres.
Desde entonces, más de 400 personas murieron en la represión desde mediados de septiembre, según un informe del 7 de diciembre de IHR, y al menos 14 mil permanecen detenidas, según la ONU. Por su lado, la justicia iraní afirma que ha dictado 11 sentencias de muerte en relación con las manifestaciones y que se han producido al menos dos ejecuciones.
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5. El Mundial Qatar 2022 y el debate por los derechos humanos
El 2022 implicó asimismo un retroceso en materia de derechos humanos, al menos desde la óptica occidental. El cuestionamiento al anfitrión del Mundial FIFA 2022 dan cuenta de ello, considerando que es un país donde en el que las relaciones sexuales fuera del matrimonio y la diversidad sexual son ilegales.
En línea con la popularidad del certamen, también creció la cantidad de reclamos para visibilizar el estado de los derechos humanos en el país árabe. Ocho federaciones europeas terminaron renunciando a llevar un brazalete multicolor "One Love", a modo de protesta. Algunos aludieron a amenazas de sanciones deportivas de parte de la FIFA, considerando que se atacaba su libertad de expresión.
6. El fracaso de la COP 27 y la deuda socioambiental
La Conferencia del Clima de la Organización de las Naciones Unidas (COP27) celebrada en noviembre en Egipto fue criticada por no haber logrado instar a los gobiernos a tomar medidas para combatir el cambio climático.
En la cita más importante a nivel medioambiental se acordó crear un fondo de pérdidas y daños para los países más vulnerables al calentamiento global, una deuda que los organismos internacionales mantenían con los países pobres que apenas contribuyeron al deterioro actual, en comparación a los industrializados, y que son además los que sufren las consecuencias.
Sin embargo, aunque muchos delegados expresaron sus "esperanzas" respecto a la creación de ese fondo, también admitieron su "decepción" por la falta de avances en el compromiso de los países más contaminantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, un eje vital del combate a la emergencia ambiental.
