La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, renunció después de un breve y caótico mandato durante el cual anunció un gran paquete de recortes de impuestos no financiados, para posteriormente prescindir de la mayor parte de ellos ante un desplome del mercado.
Truss, de 47 años, dimitió después de solo 44 días en el cargo y se convertirá en la primera ministra con el mandato más corto en la historia británica. Dijo que permanecería como primera ministra hasta que el Partido Conservador elija a su sucesor, y que el proceso se completará dentro de una semana.
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Llegó al poder a principios de septiembre prometiendo toda una iniciativa de crecimiento, pero su programa no fue bien recibido por los mercados financieros, ya que tanto la libra como los gilts se hundieron en medio de preocupaciones sobre cómo pagaría sus planes económicos.
Su salida deja al gobernante Partido Conservador con graves daños, cayendo más de 30 puntos por debajo del Partido Laborista en las encuestas después de 12 años y medio en el poder. Su sucesor se convertirá en el quinto primer ministro del partido en menos de siete años, desde que el referéndum del brexit en 2016 marcara el comienzo de un período de caos sin precedentes en la política británica.
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