El periodista de política, Alejandro Gomel, reveló detalles exclusivos de cómo se iba viviendo el minuto a minuto y la llegada de los votos al búnker de Unión por la Patria en lo que fueron las victorias de Sergio Massa y Axel Kicillof, en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Una larga tarde-noche en Chacarita, en el búnker de Unión por la Patria, en donde el humor y las sensaciones fueron cambiando. Al principio había mucho escepticismo, casi como un mantra los voceros del oficialismo repetían que "nosotros no contratamos boca de urna, así que no nos guiaremos por eso. Queremos ver qué pasa con los primeros telegramas". Había una sensación de cautela, más allá de que sabían que había una buena elección de Sergio Massa.
A lo largo de la tarde, cuando comenzaba a caer la noche y llegaban los primeros telegramas que los fiscales mandaban al centro de cómputos del oficialismo, empezaba la sorpresa y la alegría, porque los primeros números comenzaron a dar muy bien. Sin embargo, por lo bajo decían: "Estamos bien, pero vamos a esperar, no nos queremos ilusionar".
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Luego, se empezaron a confirmar algunos números y allí se desató cierta euforia por parte de los militantes que, primero, eran pocos: estaban los bombos, la liturgia peronista, y, posteriormente, cuando fueron llegando los números la cantidad de gente que llegaba hasta Chacarita, era un número mucho más importante.
Lo que llegaba, sobre todo, y esto sí impactó, fue lo que sucedía en la Provincia de Buenos Aires, especialmente en el primer y tercer cordón del Conurbano, en donde la cifra era sorprendente: un 45% de los votos para Axel Kicillof, para que sea reelecto como gobernador.
Ahí, en los dirigentes provinciales, había euforia. De hecho, Kicillof subió al escenario con todo su gabinete y con varios intendentes, y cerca estaba Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, que fue un municipio central para este triunfo de Kicillof y Massa.
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Había dudas sobre Lomas de Zamora y 50% de los votos sacó el peronismo allí, tras el escándalo de Martín Insaurralde. En Lanús recuperó la intendencia el peronismo desplazando a Néstor Grindetti (que era el candidato a gobernador), y que su candidato a intendente en el municipio, Diego Kravetz, no pudo retener. Por eso era que había euforia en los dirigentes provinciales.
Kicillof subió con todo su gabinete y varios intendentes a hablar de su triunfo y agradeciendo a todos, incluida Cristina Kirchner. Aquí hay una diferencia importante con Massa, quien subió solo, adueñándose absolutamente de la escena y del triunfo.
Él decidió hacer un discurso de unos 20' solo, no nombró en ningún momento a la Vicepresidenta, y se animó a la frase que dará que hablar. "Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo-enemigo. Si hay algo que quedó claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa desde el 10 de diciembre en mi gobierno", fueron las palabras del ganador de la primera vuelta.
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Ahí daba algunos datos importantes: él solo, hablando de "mi gobierno" y no de "nuestro gobierno", "la grieta se murió", ninguna mención a Cristina. Y Máximo Kirchner, que estaba en el búnker, no subió tampoco cuando subieron los dirigentes de Buenos Aires, en un enfrentamiento que hay y se sabe desde hace tiempo con Kicillof.
Los primeros guiños para los votantes de Juan Schiaretti y Myriam Bregman eran evidentes. El segundo guiño fue para los radicales y aquí si hay un párrafo importante, tratando de abrazar a los votantes de la UCR, pensando en la segunda vuelta.
En la segunda parte del discurso sí subió a su candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, y a su familia para plantarse como "padre", manifestando que "yo los voy a cuidar". Con ese mensaje y esa imagen de familia que los cuidará irá al balotaje.
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En esta misma noche, comenzó la campaña para el balotaje. Luego, sí empezaron a bajar la espuma, se desconcentró el búnker del UxP y, en ese lugar, algunos viejos dirigentes del peronismo dijeron que, más allá de la sensación de alegría, era más el alivio por esa imagen que había de estar cerca del abismo.
Este viejo dirigente peronista nos comentaba que "estamos aliviados pero más allá del triunfo, porque una vez más la sociedad demostró tener reflejos democráticos" y agregaba "¿te acordás del 2x1 que beneficiaba a los genocidas, la reacción que tuvo la sociedad? Esta noche me hizo acordar a eso, a los reflejos democráticos que mantiene la población argentina cuando la democracia está en peligro".
Una noche que pasó de la cautela y el resquemor, a la euforia y a la sensación de alivio.
BL JL