La Copa del Mundo en Qatar dio la nota en la primera ronda por los resultados inesperados que despertaron la fe en varios equipos.
Dando la pauta de que el fútbol fue evolucionando y que los seleccionados, antes denominados inferiores, ahora presentan dolores de cabeza a todos los equipos, incluso a los que son catalogados como candidatos desde el día uno.
De esto saben a la perfección Argentina, Brasil, Alemania, Bélgica y España. Combinados que llegan con un plus por la jerarquía que tienen en sus planteles que fueron sorprendidos por seleccionados que desde el vamos parecen ser inferiores, pero ya no lo son.
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De esta manera, por lo sucedido en la Fase de Grupos, además de clasificarse los equipos que esperarán que lo hagan tales como Argentina, Inglaterra, España, Brasil, Francia y Países Bajos, también aparecieron combinados que sorprendieron pero que llegaron de manera meritoria a la siguiente instancia.
Generando un hecho único en la historia de mundiales teniendo clasificados a países de todos los continentes, Australia, Estados Unidos, Senegal, Corea del Sur, Marruecos y Japón también querían decir presente entre los 16 mejores.
Ya con Estados Unidos, Australia, Senegal y Polonia eliminados dejando atrás el andar en un principio donde los resultados fuera de lo común salieron a la luz, Japón se enfrentaba con Croacia para intentar dar el primer batacazo en los octavos de final.
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La selección croata sufrió, pero superó a Japón
Un encuentro que en líneas generales fue parejos desde un principio, de golpe por golpe, quien tuvo mejor eficacia en un principio fue Japón. Cuando terminaba el primer tiempo surgió la figura de Daizen Maeda para romper el cero y poner en ventaja a los suyos.
Ya en el segundo tiempo, por momentos parecía que los nipones le bajaban el martillo al partido y sentenciaban la historia, pero les faltó precisión en los últimos metros. Esa ineficacia la aprovechó Croacia que no jugó su mejor partido, pero que de todos modos rescató el empate para estirar aún más la historia.
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Iván Perisic fue el encargado de igualar las acciones a los diez minutos del complemento, dejando así mucha acción para lo que restaba del encuentro. Sin efectividad en los últimos metros, el partido se fue al alargue, siendo el primer encuentro mundialista llegando a estas instancias.
El mismo andar en la media hora extra jugada entre ambos seleccionados llevó la definición a la siempre temida tanda de los penales.
El arquero de Croacia se convirtió en héroe
En la definición a través de los doce pasos, los nervios le jugaron una mala pasada a los nipones, que en sus rostros evidenciaban cierto temor antes de ejecutar su penal. Esas dudas las aprovechó a la perfección, Livakovic, el arquero croata.
El primer penal pateado por Minamino lo detuvo. Mal ejecutado, a media altura y con poca potencia por parte del 10 nipón le facilitó la tarea al portero europeo. El primer remate de Croacia fue exitoso en los pies de Vlasic. El segundo penal de Japón siguió la tendencia del primero, sin potencia necesaria, Mitoma falló nuevamente.
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El siguiente de los croatas infló la red tras el remate de Brozovic que no dudó. Ya el tercero la tendencia se alteró, Japón convirtió y Croacia falló dándole alguna esperanza a los fanáticos asiáticos. Pero pese al entusiasmo de la última ejecución, el siguiente penal iba a ser detenido por el arquero de Croacia.
Atajando así tres penales y luego de que Pasaic convirtiera su penal, la clasificación fue para el equipo de Luka Modric que miró la tanda de penales desde el banco de suplentes. En consecuencia, sufriendo más de lo pensado, Croacia se metió nuevamente en los cuartos de final donde se enfrentará con Brasil el próximo 9 de diciembre.
JL
