Gustavo Beliz sorprendió a propios y ajenos. El hasta hace cinco días Secretario de Asuntos Estratégicos concurrió este martes a la Basílica de Luján desde donde partió una movilización de organizaciones sociales con reclamos al Gobierno nacional. Entre las demandas más fuertes reclaman Pan, Paz, Techo, Tierra y Trabajo. La marcha finaliza el próximo 7 de agosto en la Plaza de Mayo.
Si bien los manifestantes, que pertenecen a organizaciones sociales ligadas al kirchnerismo, aseguran que la movilización es en apoyo al Presidente, la realidad es que se ve como un pedido claramente en contra de lo que entienden “insuficiente” hecho por el Alberto Fernández en materia social.
Claramente Beliz salió golpeado del Gobierno. El jueves pasado arrancaba el día ocupando un cargo, que en los últimos meses había quedado desdibujado, en el gobierno de Alberto y Cristina. Horas más tarde, se enteraba que Sergio Massa le arrebataba las función de ser el nexo con los organismos multilaterales de crédito. Allí entendió que su rol entonces carecía de sentido. Presentó la renuncia y se fue a su casa.
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Este lunes, el presidente Alberto Fernández le dedicó en público palabras de agradecimiento. Habló de su gran capacidad de trabajo y de su “intachable” moral. A Beliz no le alcanzó. Probablemente por eso hoy se mostró públicamente en la Basílica de Luján.
Conocida es su fe religiosa. Lo que no era de imaginar era que iba a estar a solo cinco días de su salida del despacho oficial en la marcha donde se reclamaba Salario Básico Universal, bajar la inflación, un monotributo, y el descenso de la pobreza indígena.
Al ser consultado sobre su presencia, el ex funcionario dijo que “concurrió como peregrino y en apoyo a los movimientos sociales” y que no tenía más que agregar. Con su sola presencia y esas pocas palabras está todo dicho.
JL PAR