El radicalismo entre el dilema de fiscalización y las heridas
¿Los radicales afines al PRO acompañarán el compromiso de Mauricio Macri con Javier Milei y Patricia Bullrich?
La fiscalización, ¿talón de aquiles de Javier Milei? |
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Una incógnita de las últimas horas en el campo de la oposición es si los radicales afines al PRO colaboraráncon la fiscalización en el balotaje, según informó Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Es clave qué sucede con los intendentes del conurbano que son del radicalismo. En algunos despachos de la Cámara de Diputados, la palabra "cansancio moral" se ha escuchado en relación a esta situación que ha sido impactante para el radicalismo.
La definición clara de las urnas confirmó la distribución del poder en la provincia de Buenos Aires, con mandatos que caen y otros que se confirman. El rol del radicalismo en la provincia de Buenos Aires ha sido variado: algunos fueron aliados de Patricia Bullrich, como el caso de Maximiliano Abad, mientras otros no han tenido un papel destacado en este contexto.
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Dudas surgen sobre si algunos intendentes radicales prestarán su maquinaria territorial para fiscalizar a Javier Milei. Esto se desprende del encuentro protagonizado por Mauricio Macri, que incluyó a la exembajadora ante la OEA y ex diputada Paula Bertol, junto a representantes de La Libertad Avanza, con el fin de organizar la logística de fiscalización.
La fiscalización es un aspecto costoso, y aparentemente, correrá a cargo del PRO e incluso del propio bolsillo de Mauricio Macri. Se había rumorado que Macri ofreció 15 millones de dólarespara respaldar esta etapa de la campaña, una cifra extravagante. Sin embargo, dos personas presentes en la reunión afirmaron que hubo una oferta de dinero, pero no en esa magnitud.
La mayor parte del financiamiento de la campaña de Javier Milei depende de los fondos proporcionados por la justicia electoral, lo que plantea un desafío. La Libertad Avanza ha funcionado hasta ahora con el financiamiento existente, pero se necesita financiar la parte relacionada con los fiscales y la maquinaria.
La participación de los intendentes podría aportar infraestructura y respaldar la capacidad de fiscalización a nivel nacional del PRO. Sin embargo, surgen dudas sobre cuánto de esta capacidad es realmente del PRO y cuánto pertenece al radicalismo, y cómo se distribuirá en distintos territorios.
Además, se plantea un tema estructural: la tracción de votos. Patricia Bullrich aspira a aportar entre el 70 y el 80 por ciento de los votos propios a Javier Milei, basándose en el entusiasmo generado por su desempeño en Santa Fe, Córdoba y Mendoza. Sin embargo, existe preocupación en la provincia de Buenos Aires, donde un resultado adverso para Milei podría ser equilibrado por lo que ocurra en la zona núcleo, donde Juntos por el Cambio ha tenido uno de sus principales respaldos electorales.
Es evidente que dentro de Juntos por el Cambio no existe un acuerdo común en cuanto al acuerdo Macri-Bullrich-Milei. El respaldo territorial que el radicalismo está dispuesto a brindar es esencial y se centra en quitarle la incertidumbre a Milei en el aspecto más necesario: la fiscalización.
A pesar de que Juntos por el Cambio no tiene un acuerdo unificado sobre este tema, existe un peso territorial que el radicalismo está dispuesto a hacer valer, y esto podría tener un costo elevado antes del 19 de noviembre, especialmente si Milei no cuenta con el apoyo de los sectores con una presencia territorial más fuerte para proteger sus votos.
