Expensas: casi un millón de usuarios recibirán otro fuerte aumento por una resolución del ENRE
La medida afectará a más de 300.000 edificios de CABA y a unos 600.000 bonaerenses que deberán instalar equipos para estabilizar la energía ante los picos de consumo eléctrico.
Mediante la Resolución 85/2024 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), oficializada con la publicación en el Boletín Oficial, se estableció que más de 300.000 edificios en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, deberán instalar nuevos equipos para dar cobertura al pico de demanda y consumo del servicio de energía eléctrica. A su vez, la medida impactará sobre otros 600.000 edificios bonaerenses, con fuertes subas en el valor de las expensas debido a una adaptación que deberán hacer en sus viviendas.
La norma dispuso que los usuarios agrupados bajo la categoría tarifaria identificada como segmentos T1 y T2 (demanda concentrada), en las áreas de concesión de las distribuidoras Edenor y Edesur y que residan en edificios deberán instalar capacitores para estabilizar la energía que se consume en las franjas con picos de demanda.
La medida es una iniciativa que forma parte del “Programa para la mejora del factor potencia” que lanzó el ENRE. En concreto apunta a aliviar las cargas de los alimentadores eléctricos para lograr un mejor desempeño del sistema. A su vez, hace foco en incentivar el uso eficiente y racional de la energía eléctrica y recomponer un sistema que atraviesa una fuerte crisis, debido a la poca inversión y al atraso tarifario que data de largos años.
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El programa establecido por el ENRE se implementará en forma gradual, comenzando por lugares con demanda concentrada, sin embargo, el objetivo es extenderlo a toda la demanda residencial. De modo que, los usuarios del servicio de energía eléctrica tendrán que hacer frente a un costo adicional que verán reflejado en sus facturas durante los próximos meses. Este cargo extra oscilará entre un 10% y un 30%, por las “anomalías en el factor de potencia”, según establece la resolución del organismo.
En primera instancia la medida afectará a los más de 300.000 edificios que existen en la Ciudad de Buenos Aires, según datos disponibles del último Relevamiento de Usos del Suelo (RUS) del Gobierno de la Ciudad, y también impactará sobre los edificios dentro del conurbano bonaerense. Ello implica que en la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las viviendas alcanzadas podrían fácilmente llegar al doble de la cifra (600.000) de hogares afectados dentro del área porteña.
En ese sentido, el ente regulador estableció que los usuarios que vivan en edificios ubicados en el área de concesión de Edenor y Edesur, deberán cumplir con la instalación de capacitores, los artefactos especiales que funcionarán como estabilizadores de la potencia eléctrica durante los picos de consumo. Las autoridades de aplicación, si bien no precisaron información sobre el costo, señalaron que deberá instalarse un capacitor por edificio y el costo adicional será a cargo de los hogares del edificio. El Gobierno apunta a corregir el denominado “Factor de Potencia” de las instalaciones del usuario para evitar daños por sobrecargas en las redes o pérdidas de energía por recalentamiento.
La resolución establece que, si el factor de potencia es inferior a 0,95, la distribuidora estará habilitada a fijar cargos que se reflejarán en la factura del consumidor. Cabe señalar que el factor de potencia permite medir el correcto aprovechamiento de la energía eléctrica. Puede oscilar con valores entre 0 y 1. El valor de 0,95 fijado por la norma del ENRE indica que del total de la energía abastecida por las distribuidoras, el 95 % de la energía es utilizada por los usuarios mientras que el 5% restante es energía que se desaprovecha.
Cuando el factor de potencia oscile entre 0,95 y 0,85 los usuarios deberán pagar un 10% extra, en caso que el factor de potencia se ubique entre 0,85 y 0,75 deberán abonar un recargo del 20% adicional y si es menor a 0,75, se facturará un 30% más. Si el valor medio del factor de potencia fuera inferior a 0,60 la distribuidora podrá suspender el servicio eléctrico del usuario.
Por consecuente, el espíritu de la resolución hace foco en penalizar a los edificios ineficientes que afectan negativamente la operación de la red de distribución. Desde el ENRE, remarcaron que si bien antes de la norma no se realizaba una medición rigurosa, si se detectaba que un usuario tenía un valor del factor de potencia inferior a 0,85, se lo penalizaba por el derroche de energía. A su vez, destacaron que en otras provincias, como Santa Fe, ya se implementa una norma similar.
Si las distribuidoras detectan en sus mediciones, que el factor de potencia de un usuario es inferior a 0,95, tendrán que notificar al consumidor brindándole un plazo de 60 días para realizar la “normalización”. Transcurrido dicho plazo, sin que sea corregida la anormalidad, las distribuidoras quedarán habilitadas para aplicar los cargos adicionales en las facturas. El cargo deberá sumarse en la primera factura emitida con posterioridad a la comprobación de la anomalía. Seguirá facturandose hasta tanto no sea normalizada la irregularidad.
Desde el ENRE destacaron que “cualquier instalación que esté consumiendo energía y que tenga un cociente entre energía entregada y consumida inferior a 0,95 será penalizado”.
Consecuentemente, el valor del factor de potencia dependerá del equipamiento y consumo que realicen los usuarios en sus hogares. Las distribuidoras se encargarán de realizar la medición gratuita que estará supervisada por el ENRE. Luego deberán informar a cada consumidor, el valor registrado sin costo adicional alguno. Asimismo, la resolución habilita a las compañías a proveer los equipos, y que el costo del capacitor se traslade a la tarifa de los usuarios.
