El periodista Fabián Doman dialogó con Jorge Fontevecchia para Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y contó detalles sobre cómo avanza la interna con Hugo Moyano por las elecciones en Independiente. Además, cómo analiza la actualidad periodística y la falta de debates plurales.
¿En qué estado está tu candidatura presidencial en Independiente?
Independiente es una madeja compleja porque tiene actores difíciles, entre los cuales me incluyo también. Mi candidatura tiene dos capítulos: por un lado, está en Justicia, porque se impidió mi postulación y, por otra parte, hace 15 días iniciamos un proceso de concertación con el sector oficial del club y una tercera lista que se presenta, con el objetivo de armar una lista de consenso y unidad entre todas las partes, sin Hugo Moyano como candidato, porque no podríamos avanzar. Moyano aceptaría retirarse para las futuras elecciones, que tendrían que haber sido en diciembre.
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¿Qué posibilidad le asignás a que se produzca eso?
La fuerza de una idea no tiene freno. Eso se nota mucho en la política, con las candidaturas y las elecciones. Hay un espíritu en el hincha de Independiente para que las partes se unan y saquen al club de la situación en la que está, que es muy complicada en lo deportivo, lo económico y en el funcionamiento institucional y social. Cada día le asigno más posibilidades. Hace diez días me decían que era imposible que Moyano se sentara a dialogar y lo hizo el viernes conmigo. Estuvimos charlando y somos personas que pensamos diferente. Yo no hablo de Moyano fuera del fútbol porque no corresponde. Me hubiese gustado que se valorara más el gesto de él y de los demás dirigentes que nos sentamos, sin agrandarlo, pero sería bueno que los dirigentes políticos pudieran darse un espacio para sentarse con gente que piensa diferente, para tratar de encontrar un espacio de unidad. Le doy más posibilidades a esto de lo que pensaba hace una semana. Lo imposible se puede llegar a lograr.
Además de tu candidatura en Independiente, habías dejado tu trabajo como periodista. ¿Te pasó algo con el periodismo? ¿Sentís que fue un ciclo tuyo?
Fue una mezcla de todo. Conducía un programa que lo sentía como un hijo, que es Intratables, y ahora me siento feliz y cómodo volviendo con Momento D. En ese momento encontré que Intratables tenía que tener cambios y, si eso no pasaba, lo iban a terminar levantando. Las autoridades del canal consideraron que no era momento y justo tuve una oferta importante de Edenor. Después apareció lo de Independiente y se tornó incompatible. No me desencanté de la televisión ni del periodismo, pero estaba viendo que el programa que hacía necesitaba un cambio. En cuanto al periodismo, los periodistas deberíamos empezar a mirarnos a nosotros mismos, porque no somos perfectos y nos equivocamos como todos. Por eso me agarré mucho del tema Alfredo Casero, acertado o equivocado en su planteo, porque nos invita al debate.
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Vos fuiste un precursor de los programas donde los conflictos políticos generaban interés en el público, pero luego se llevó al paroxismo. ¿Se llevó a niveles inmanejables?
Creo que es al revés, la gente quiere escuchar. Los periodistas tenemos la obligación de analizar el fenómeno de Javier Milei más allá de su figura, porque es más importante. Si se analiza el discurso de Milei, tiene errores por los cuatro costados. Pero lo importante es lo que genera y hay que mirarlo desde el lugar que mueve el árbol, porque le dice basta a la casta y la gente estaba esperando eso. Lo que hay que hacer es un debate en televisión, sin chicanas ni groserías, porque lo que sobra en la tele la opinión monopólica. Cuando el conductor hace el editorial todos opinan igual, con algunas excepciones. Yo propongo lo contrario, donde se debatan ideas diferentes para que surjan ideas.
JL PAR