Felisa Miceli considera que la administración actual hizo una mala gestión de las divisas que entraron al país y criticó la no coordinación entre el Banco Central y el ministerio de Economía bajo la gestión de Guzmán. "A Sergio Massa le tocó bailar en una situación espantosa y se tuvo que arreglar un poco con lo que había", aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Profundice su concepto respecto de que el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, despilfarró divisas.
Ese concepto fue emitido en función de los números que uno ve respecto a la evolución de datos claves que hacen al ingreso de las divisas en Argentina. Uno podría pensar y legítimamente, de hecho mucha gente lo debe hacer, que no hay dólares porque no hay dólares, y mi teoría es que no hay dólares porque no los cuidamos. Dólares hay, los gestionamos de manera incorrecta, o sea, una mala gestión de las divisas que entraron al país.
Si uno mira los números de exportaciones menos importaciones, pagando todo, ¿sabe cuánto quedó entre el 31 de diciembre del 2019 y el 30 de marzo del 2023, que es la última fecha disponible? 33.941 millones de dólares. Para simplificar, quedaron libres 34.000 millones de dólares. Esto quiere decir que Argentina produjo dólares genuinos en tres años y tres meses de 34.000 millones de dólares.
A razón de 10 mil dólares por año, para ponerlo en términos concretos...
Aproximadamente ese sería el promedio. Hubo años de ocho mil, doce mil, quince mil millones de dólares.
El Fondo Monetario Internacional, cuando se asignaron los derechos especiales de giro, agrandó la base de las reservas argentinas con una asignación que nos corresponde, por ser socios del Fondo, de 4.300 millones de dólares, más los 34.000 millones que teníamos del comercio exterior nos da 38.500 millones de dólares.
Además, usamos 8.000 millones de dólares de las reservas que habían quedado del gobierno de Mauricio Macri porque cuando asume el gobierno actual estas reservas estaban en casi 45.000 millones de dólares y hoy están en 36.000 millones. Entonces, esos 8.000 millones sumados al saldo comercial y derechos especiales de giro dan estos 45.000 millones de dólares que aproximados que tuvimos disponibles.
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Está colocando el 30 de diciembre de 2019, o sea, al mes de que asume Alberto para ser concretos.
Exacto, sobre la fecha de fin de año que prácticamente es la misma. No hubo muchos movimientos en esos 20 días.
Continuando con lo otro, de caída de reservas netas fueron 8,000 millones de dólares, 34.000 millones de dólares del saldo comercial genuino, que quiere decir que no es producto de endeudamiento, por lo que 34.000 más 8.000 es igual a 42.000 y sumado a los 4.500 que nos dio el fondo da 46.500 millones de dólares en estos tres años y tres meses.
Es una cantidad importante par Argentina, es el 10% o 12% de su PBI. Son números tan grandes que uno se pregunta en qué se usó esto, y aquí empiezan mis cuestionamientos. Si uno sabe que el principal problema que tiene su país es la restricción externa, ¿qué hace? De esa cantidad de divisas que entraron, se guarda la mitad para estos momentos de crisis y construye un camino de solidez financiera, cambiaria, para evitar las presiones devaluatorias y responder a eventualidades como la sequía, entre otras cosas.
Pero lejos de hacer eso, dólar que entraba, dólar que se fugaba, salía o se usaba para pagar la deuda financiera de las empresas por simple declaración jurada y al tipo de cambio oficial, por ese concepto se fueron aproximadamente 20.000 millones de dólares y no 5.000 millones dólares.
Entonces, yo que soy de las que pienso que no hay que confrontar, sino que compartir los esfuerzos, hubiera dicho que de estos 45.000 millones de dólares que tenemos guardaría 20.000 millones y los restantes 25.000 millones los repartiría entre las necesidades que existen en la Argentina de dólares, es decir, para viajes, ahorro, pagar deudas financieras, formación de activos externos, etc.
Hoy no tenemos nada, cada vez que se hizo un esfuerzo en estos dólares que son devaluaciones sectoriales(Soja 1 y 2), que fueron exitosos, ingresaban por una ventanilla y salían por la otra, Entonces, lo que falla son las regulaciones a cómo el Banco Central administra esas reservas y ahí me parece que el Banco Central tiene esa responsabilidad porque entiendo que desde el Ministerio de Economía se hacen actualmente todo los esfuerzos para afianzar y consolidar el nivel de reservas internacionales del país.
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¿Podría hacer nuevamente una síntesis de cómo se componen esos 46.000 millones, es decir, cuánto en turismo, pago de deudas pasadas de empresas, formación de activos externos, compra de dólar ahorro?
Se pagó en intereses de la deuda financiera privada 8.000 millones de dólares más el capital de esa deuda que son 17.000 millones de dólares y en total hacen 25.000 millones, casi la mitad se fue en esto.
¿Esa deuda estaba vencida? ¿Era una que no se había pagado? ¿Es alguna que tiene alguna observación respecto de ella?
MI observación es la siguiente. Federico Sturzenegger derogó, ni bien entró al Banco Central, las regulaciones al movimiento de capitales que hubo durante todo el kirchnerismo y que fueron efectivas para lograr una mayor transparencia e información en la asignación de divisas y eso que no había dos mercados cambiarios.
Hay que imaginarse que esa deuda se pagó con dólares a la mitad de su valor en los mercados financieros porque a quienes accedieron a estos fondos, de estas divisas baratas, tuvieron un privilegio y un subsidio muy importante del resto de la sociedad, pero no tenemos los nombres porque es secreto cambiario y el Banco Central las asigna un poco discrecionalmente porque como no hay esa regulación que transparentaba esta cuestión, hoy esa declaración jurada es de las empresas con lo cual no sabemos sinceramente cuanto de esto es una verdadera necesidad o esas cosas que se llaman autopréstamos, back to back, operaciones con las casas matrices que realmente a veces son las que se deben revisar y establecer parámetros.
Si se necesitan en tres años 20.000 o 25.000 millones de dólares, el Banco Central les puede da, incluso a precio subsidiado, 10.000 o 12.000 para quedarse con la otra mitad para fortalecer las reservas. El Banco Central intervino en el mercado cambiario para hacer bajar el dólar y eso nos llevó 2.800 millones de dólares, fueron casi 5.000 millones en pagos netos al FMI más 3.000 a otros organismos que son el BID, el Banco Mundial, Club de París.
Turismo y tarjeta de crédito se llevaron unos 7.000 millones y ahí más o menos estamos en los 45.000 o 46.000 millones de dólares que mencionaba o por lo menos esos son los rubros más importantes.
Al Fondo, a los organismos, el turismo y tarjeta de crédito no parecen ser los lugares donde hubiera posibilidades de intervenir. El foco se concentraría en el pago de esos 25.000 millones de dólares de deuda privada, si no le entiendo mal.
Exactamente, porque es la cantidad más importante. Nosotros sabemos que, en general, con los organismos que no son el FMI, lo que se hace es el rollover de la deuda. Es muy raro que un país con pandemia, la guerra y las condiciones adversas que transitamos, pague deuda neta a los organismos. Por lo general, esas deudas se renegocian y empiezan de vuelta a correr.
Entonces, 3000 mil millones ya tienen en cuenta los que vinieron, es decir, es el saldo negativo entre lo que viene y lo que salió.
Lo que hacen todos los gobiernos en Argentina es que, en vez de haber un saldo negativo, haya un saldo cero entre lo que sale, acá salieron divisas. Parece poco 3000 millones, pero en una situación como la de hoy es casi un número sumamente importante.
¿Cuánto de eso es responsabilidad del Banco Central y cuánto del Ministerio de Economía?
Es conjunta. Porque una de las cosas también siempre pensé es que el Banco Central y el Ministerio de Economía, en un país con la restricción externa histórica que tiene el nuestro, deben actuar coordinadamente en este punto.
Después, el Banco Central hará el resto de sus tareas, pero en política monetaria y cambiaria no puede haber diferencias, tiene que trabajar de manera conjunta. Por eso también fueron, en su momento, mis críticas a Martín Guzmán.
Así como Macri comenzó su festival de endeudamiento en 2016, muchos economistas dijimos "esto dura un año, dos, dos y medio y caemos en el Fondo", fuimos y después dijimos, "esto no alcanza, habrá una corrida", y así fue.
Son leyes de la economía. Si uno no tiene reservas en un país con restricción externa pasará un año, dos, pero vamos a vivir de crisis en crisis, y lo que es peor, es que Argentina llega a una reestructuración del acuerdo con el Fondo a fines de febrero del 2022 en una situación donde se decía: "si no se aprueba este acuerdo, el lunes no abren los mercados", algo así. Incluso se dijo que el Gobierno se podía ir en un helicóptero, en ese momento o un tiempo después.
Se firma el acuerdo con el Fondo, al que muchos dijimos que técnicamente era incorrecto, porque iba a traer mayor inflación y recesión. Seis meses después, renuncia Guzmán, asume Sergio Massa en el medio de otra crisis, con el dólar escapándose nuevamente y, seis meses luego, ocurre lo que estamos viviendo.
Evidentemente, hay algo de más estructural que está mal, no es coyuntural, hay que cambiar las bases del programa económico para que podamos empezar a solucionar los problemas y construir un camino que de a poco nos saqué de este atolladero. Tengo la impresión de que por este lado no vamos a llegar a mucho, repitiendo lo mismo.
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Alejandro Gomel: ¿Del 2019 para acá, en las distintas administraciones económicas, se hizo todo mal?
Fui muy crítica de la política económica de Guzmán, de su acuerdo de reestructuración de la deuda con los acreedores privados, de su acuerdo con el Fondo, su falta de firmezas para en esos momentos, que se estaban produciendo un ingreso enorme de divisas por saldo comercial de divisas genuinas, de que no tuviese la precaución de guardarlas para, por ejemplo, negociar en mejores condiciones con el Fondo, cuando hayas presiones devaluatorias estar fortalecido.
AG: ¿Y Massa?
A Sergio Massa le tocó bailar en una situación espantosa y se tuvo que arreglar un poco con lo que había, por lo que dentro de todo sacó propuestas, soluciones que fueron innovativas, muy de corto plazo, como los dólar soja y demás, pero no se solucionó el problema de fondo. Es ahí donde a uno, con toda humildad, dice que si no se cambia esas reglas más generales las divisas seguirán entrando por un lado y se irán por el otro. Las presiones devaluatorias y cambiarias seguirán y, por lo tanto, la inflación no se podrá parar.
En fin, ya hay un círculo construido de la macroeconomía que hay que empezar a desandar desde otra lógica.
BL FM