Guido Sandleris, máxima autoridad del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri, dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9) y realizó un balance de los días transcurridos de cara al comienzo del segundo semestre. "Que la inflación sea del 80% o más dependerá del Gobierno nacional", expresó.
¿Cuál es el balance de esta semana que comenzó?
Esta semana hubo algo más de calma en los mercados financieros. El lunes el Gobierno anunció una serie de línea de acción, y eso permitió llevar algo de calma, ganar algo de tiempo. No resuelve los problemas, los patean para adelante. Sacando a los importadores de la cancha, el Banco Central pudo acumular algo de reservas que no había podido acumular en casi todos estos meses de liquidación de la cosecha de soja y maíz, y eso tiene algún aspecto positivo.
Igualmente, no es sostenible dejar a la economía sin poder importar, solo sirve para un tiempo corto, pero después el impacto en actividad económica, o en abastecimiento de productos e inflación, se empieza a hacer sentir.
¿Cómo imaginas el famoso segundo semestre?
Lo que vamos a tener es inflación sostenida. Creo que va a tener un piso de 80% este año, pero decir eso significa que de promedio de inflación mensual de acá a fin de año va a ser del 5%. Si en vez del 5% fuera el 6%, como fue en los últimos 3 meses, la inflación anual va a dar algo más parecido al 100%. Que sea el 80% o no más dependerá de lo que vaya haciendo el Gobierno. Si corrigen un poco el rumbo que tomó en este primer semestre en donde el gasto público creció mucho, quizás se pueda resolver el tema de la inflación en el 80%, sino será más alta.
En la actividad económica, creo que lo veníamos viendo era una actividad que ya está estancada, y esta medida va a hacer que caiga. La economía está por debajo del nivel de actividad que tenía en febrero, quiere decir que el crecimiento que dijo el Presidente ayer que está sucediendo, lo cual fue un testimonio insólito, no sucedió. Lo que tuvimos fue un rebote muy fuerte después de la pandemia.
¿Es posible un plan de estabilización macroeconómica que no implique, en una primera etapa, dejar de crecer?
Creo que es imprescindible crecer. El objetivo de todo lo que uno hace en el manejo de la economía tiene que ver con que la economía crezca, que cree empleo, porque de esa manera baja la pobreza. Y me cuesta, dado el hartazgo que veo en la gente con la situación económica, pensar que no es imprescindible encontrar la forma de hacer una corrección de los desequilibrios económicos y crecer a la vez. No veo que sea una cosa o la otra.
Nuria Am (NA): ¿Estas medidas que se están tomando sirven de algo?
Las medidas muestran un Gobierno que entró en un estado de desesperación porque el esquema con el que venían trabajando, desde un poco antes de las elecciones del año pasado, no daba para más. Hay un dato desde lo simbólico, que son los dólares que había podido comprar el Banco Central hasta esta semana.
Normalmente, cuando hay cepo, entre marzo y julio es la temporada alta de la liquidación de dólares del agro. El año pasado, en ese período, el Banco Central había comprado 6 mil millones de dólares, aproximadamente, que después va gastando durante la segunda mitad de año cuando no hay tanta liquidación de dólares.
Este año, hasta el viernes pasado, había acumulado 300 millones de dólares con precios del agro mucho más altos, en niveles récord, con muy buena cosecha y una gran liquidación de dólares del campo. Eso pasó porque el Gobierno tiraba de la piola lo más posible para estirar la recuperación de la economía de una manera insostenible. El mercado financiero reaccionó y yo creo que esto le va a poner un freno a la actividad económica si continúa así.
"Preocupados por la inflación, en el Gobierno prepara nuevas subas de la tasa de interés"
Creo que la mirada de los economistas con quienes dialogamos es que viene un semestre peor que el primero. ¿Es correcto esto?
Coincido. El primer semestre yo vi algo que me sorprendió: el modelo estándar con el que funcionaba el kirchnerismo normalmente era mucho gasto público, financiado con emisión, atraso de tarifas y del tipo de cambio pero, en los años pares que no había elecciones, hacían alguna pequeña corrección, y eso les daba espacio para el año electoral.
Este año el patrón cambió. El gobierno de Alberto Fernández, tal vez por la debilidad política con la que salió, no hizo esas correcciones. La lógica era eso, tratando de estirar algo artificialmente en el tiempo que no sirven.
Y al 2023, ¿cómo llega el Gobierno?
Creo que va a llegar muy ajustado, no va a tener mucho margen de acción, porque cuando intente actuar va a estar tomando muchos riesgos que implican aceleración de la inflación, corridas -como las que vimos esta última semana- en el mercado de bonos. Entonces veo con preocupación la situación económica.
GA PAR