El economista Carlos Melconian habló en Modo Fontevecchia (Radio Perfil FM 101.9 y Net TV) y dijo que es “temprano para levantar carpa y que le quede al que viene” respecto de la crítica situación que atraviesa la economía argentina a la que calificó como “tensa” en materia cambiaria.
¿Qué pasó esta semana en la que comenzaron las señales de alarma?
Fue una semana cambiaria tensa. Está vinculada con el cierre del trimestre en torno a las nuevas metas del FMI. Es como si estuviéramos haciendo una dieta en la que los últimos días estamos a agua solamente. Estamos así para que cierren los números el 30 de junio. Esto se vincula a evitar discusiones de las más serias con el FMI que, sin duda, ocurrirán en enero, porque se fueron cambiando las metas trimestrales y no la meta anual, que es muy difícil de cambiar.
Hay críticas desde el Ministerio de Economía al Banco Central porque no actuó coordinadamente y generó suspicacias de un posible default de la deuda en pesos. ¿Cuál es tu perspectiva?
No. Las discusiones entre el BCRA y el Ministerio de Economía no son algo nuevo. Estructuralmente hablando, el área económica no puede estar partida en ocho partes, porque es imposible tener coordinación en ese esquema. El gobierno y la economía no tomaron debida nota el 14 de noviembre, que fue un punto de inflexión por la derrota electoral, sumada a una economía deteriorada, la pandemia, que propiciaron la entrada a un período de mandato donde las aspiraciones son más bien de buscar un instinto de supervivencia para llegar a la otra orilla que de pensar cuestiones grandilocuentes.
Para cualquier gobierno que diga "que se arregle el que venga", esta situación no puede llegar dos años antes. Hay que capitalizar de manera tal que la turbulencia sea rápida y la economía se acomode. El proceso acumulativo de no usar el manual de supervivencia desde el 15 de noviembre, precipitaron decisiones que no son las indicadas en este manejo cambiario y para sortear el endeudamiento en pesos.
La idea de dejarle el problema al que viene ¿es lo que separa al kirchnerismo del albertismo cuando dicen que se acabó la era de la moderación, queriendo decir que "ya que vamos a perder, hagamos una política expansiva y le dejamos el lío al que sigue"?
Eso no lo sé. Ni siquiera pude leer entre líneas. Me parece que es temprano para levantar carpa y que le quede al que viene, todavía quedan dos años. Quisiera que se sucedan gobiernos que no dejen quilombos al que viene.
También te habías reunido con Néstor Kirchner. ¿Qué diferencia encontrás entre uno y otro?
La diferencia no es comparativa entre Nestor y Cristina. Como balance, son distintas personalidades. Son experiencias inolvidables y, como siempre ha ocurrido, herméticas.
Nuria Am (NA): Estratégicamente, algunos piensan que es lógico que Alberto se sostenga como candidato porque tiene tiempo por delante y otros piensan que si él dijera que se baja de la pelea, eso descomprimiría la repercusión de lo político en lo económico. ¿De esas opciones cuál es la mejor?
No lo sé. Ambas opciones tienen pros y contras. Un presidente gobierna hasta el último día. Creo muchísimo más en la continuidad de las políticas y en el orden de causalidad en un círculo virtuoso.
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NA: ¿Qué pensás cuando el Presidente dice que lo que sucede con el mercado con la falta de gasoil es porque la economía está creciendo?
Tengo una opinión encontrada con eso. Lo que dice el manual del capitalismo occidental es que haya competencia y haya colores. Pero no es eso. Existe la sensación de que la demanda está ahí y que si tuviera más vendería más, pero no saben qué hacer con la plata y en qué invertirlo, es berretalandia.
La objetividad macro y micro del análisis es que no va más, uno dice que crece mucho, otro, que no crece nada, otro, que va a chocar o va a ser reelecto. Argentina está en al antieconomía, en el antimanual de lo que hay que hacer.
Lo que decís es que una empresa que crece, primero aumenta la venta, pero no la rentabilidad, luego, aumenta la venta y aumenta la rentabilidad, después, empieza en el proceso de caída, baja la venta, pero no la rentabilidad. Finalmente, bajan ambas. Ese círculo se da siempre. ¿Vos decís que hoy podemos tener algunas empresas con mejores resultados con menos ventas, pero eso dará peor resultado?
Claro, hay heterogeneidad, no vas a comparar la venta de autos con cemento, están en canales diferentes. El cemento es obra pública, es la gente que escapa del peso, muy berretalandia, con el sector automotriz que dice que la producción es un tercio porque no tienen con qué producir. Para los que venden autos les va todo mal en lo estructural. Cuando uno mira lo macro, Argentina está estancada con inflación desde 2012. Entonces cuál es la discusión de las últimas tres semanas, no da nada con nada.
Respecto del futuro y el plan que preparás, ¿hay que estabilizar primero la macroeconomía o crecer?
El tiempo dirá si finalmente es exitoso el programa. Un programa exitoso fue la convertibilidad porque fue un cambio de organización económica. El plan austral fue bueno pero no tanto como la convertibilidad, que tuvo apoyo político. El equipo de ese programa no buscaba emparchar un problema. Hay que estar arriba de la grieta porque cuando termina la discusión política chicanera bajás el telón y no hay grieta que valga. El éxito del programa es que la estabilidad conviva con la recreación de un clima de la vuelta del dinero de los argentinos y la confianza.
CB PAR