El Sindicato Nacional de Trabajadores de Ferrocarriles, Mar y Transportes del Reino Unido ha anunciado este lunes el fracaso de la última ronda de negociaciones evitar la mayor huelga de los últimos 30 años. Se suman los maestros y los médicos en un ambiente convulso por la carestía de vista y la caída de los salarios como consecuencia del Brexit y de la guerra de Ucrania.
La paralización de los trenes, a la que se suma la de los vuelos por falta de mano de obra europea en las tripulaciones, afecta a los sectores gastronómico y hotelero, así como a la producción agropecuaria. Y esto incluye a los funcionarios públicos, las enfermeras, los abogados y los carteros, entre otros.
Huelga de la diplomacia francesa
Buena parte de los británicos vive fuera de las ciudades en las que trabajan, razón por la cual dependen del transporte público o del vehículo particular para movilizarse. El aumento del precio de los combustibles empeora las cosas.
Los reclamos de aumentos de salarios van del 5% al 12%. Las ofertas fueron del 3%. La huelga ferroviaria en el país de los trenes es la mayor desde 1989. Afectará a las comunicaciones del norte y el sureste de Inglaterra, de Gales y de Escocia.
La oposición laborista le achaca la responsabilidad al primer ministro Boris Johnson, con escaso apoyo de su propio partido después de las fiestas clandestinas en Downing Sreet durante el confinamiento, la responsabilidad del virtual cese de actividades en el Reino Unido.
CB PAR