“La situación económica ha hecho que los insumos sean cada vez más costosos e ingresen menos al país. En Argentina estamos acostumbrados a un sentido más solidario, donde el Estado se hace cargo de todo. Ahora el Estado no tiene dinero y estamos empantanados, con el problema de no tener insumos ni dinero para pagarle bien a los médicos a los que cuesta mucho formar”, explicó Alfredo Bravo, vicepresidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) en diálogo con Modo Fontevecchia.
La coyuntura de profunda crisis que atraviesa la economía argentina lleva a situación de peligro a diversos sectores productivos, y muy particularmente a sectores clave como es la actividad de salud.
El colegio que nuclea a los especialistas cardiólogos en Argentina declaró “el estado de emergencia en la especialidad” y alertó mediante un crudo comunicado que, en el mediano plazo, su actividad “puede desaparecer”, y no podrían ya “colocarse stents” ni “efectuarse angioplastias”. Es una fuerte y directa advertencia de los cardiólogos sobre una posible paralización, que ponen el foco ante el aumento "exponencial" de los costos de equipos e insumos, a lo que se suma con efecto y consecuencias devastadoras sobre el sistema de salud, los bajos honorarios profesionales.
La entidad que nuclea a los profesionales de salud especialistas en cardiología, enciende una vez más la señal de alarma, después que ya había realizado un comunicado en diciembre del año pasado anticipando el estado crítico del sector. Cabe recordar que, precisamente hace 5 meses atrás, señalaron que la situación ya era muy compleja: “Se agudiza la escasez de insumos médicos para procedimientos y estudios diagnósticos en cardiología”, alertaron.
Ahora con un nuevo comunicado remarca una seria advertencia y reclama que se tomen urgentes medidas para garantizar el nivel de atención a los pacientes enfermos y que se pueda proseguir con la práctica de procedimientos vitales, que se encuentran en peligro de paralización. Por caso, la colocación de stents y las prácticas médicas de angioplastias podrían dejar de realizarse en el mediano plazo.
Factores que influyen negativamente
Varios son los factores que confluyen para terminar en una situación que pone al sistema de salud en el sector en una realidad crítica alarmante. Según lo que refieren los profesionales, esta coyuntura de estado de gravedad es consecuencia de la combinación del “aumento exponencial del costo de equipos y suministros médicos”, y la “reducción sistemática de honorarios” para el personal. Se da entonces, como refieren los profesionales nucleados, “una conjunción de factores que ponen en peligro la mismísima actividad”.
"El aumento exponencial del costo de los equipos y los insumos médicos, la baja sistemática de los honorarios profesionales están mostrando ya consecuencias indeseables, como lo son la reprogramación de prácticas y la demora en realizar las mismas dilatándose por largos meses, lo que evidentemente pone en riesgo la salud del paciente. De no mediar una solución en el mediano plazo, toda la actividad va a verse paralizada, generando un impacto incalculable sobre la salud de la población a lo largo y a lo ancho de toda la Argentina", remarcó el comunicado.
Un cóctel devastador que nada bueno puede provocar para el desarrollo de la salud en un país que atraviesa un contexto por demás complicado. El comunicado del CACI hace foco en la necesidad de poder asegurar a los pacientes la práctica de procedimientos vitales, que no pueden terminar en demoras ni cancelaciones.
"Para dar solo dos ejemplos de la importancia de los procedimientos realizados por estos especialistas, las angioplastias coronarias con utilización de stents realizadas precozmente son el tratamiento más eficaz para disminuir la mortalidad del infarto de miocardio y, el tratamiento por catéteres del Accidente Cerebrovascular realizado en las primeras horas del inicio de los síntomas logra disminuir no solo la mortalidad sino también el grado de incapacidad que puede quedar luego del mismo", agregaron con un claro ejemplo para fundamentar la importancia de garantizar el normal funcionamiento del sistema.
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Altos costos en insumos
Respecto de los altos costos que la actividad demanda por equipamiento biomédico de alta tecnología, medicamentos y los insumos necesarios para el sector, el CACI señaló que se registraron subas que oscilan entre un 300% y un 500%. Y agregaron: "Estos incrementos no se han visto reflejados en los centros asistenciales donde se realizan estos procedimientos y que las obras sociales y sistemas de medicina privada pagan". Por consiguiente, el fuerte impacto de los aumentos por estos gastos fue totalmente absorbido por el sistema, siendo una vez más una de las variables de ajuste, los honorarios profesionales.
“Está difícil hoy conseguir insumos porque a las compañías internacionales proveedoras no les interesa vender a la Argentina porque no ganan lo que ellos quieren ganar. Somos un mercado muy reducido, Argentina tiene un mercado de poco más de 40 millones de habitantes, y Brasil tiene 300 millones”, explicó Bravo, vicepresidente del CACI.
Esto lleva a la paradoja, de que pese a tener excelentes y experimentados profesionales cardiólogos en Argentina, ello no sea suficiente al momento de salvar una vida, si se carece del acceso a equipamiento e insumos indispensables, que en muchos casos deben importarse. Altísimos costos que contrastan drásticamente, con los honorarios médicos y los exiguos pagos que realizan las obras sociales, los prestadores y operadores del sistema de medicina privada local.
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Migración de médicos y cierre de centros
“Nosotros por una angioplastia con colocación de stent en muchos lugares no se llega a los USD 150 de honorarios, y es un procedimiento complejo. El financiador, o sea la obra social o prepaga que tiene que pagar la práctica no tiene para pagarlo porque el aporte del afiliado no es suficiente. Es una cadena, todos ganamos menos, pero si encima no se tienen los materiales adecuados ahí se agrava el problema, por ejemplo el material de contraste. Ante la falta de materiales los primeros que se proveen es a los países más ricos, Estados Unidos y los países europeos, por último quedamos nosotros, que encima compramos poco y por lo tanto no hay interés en vendernos”, precisó Bravo a Modo Fontevecchia.
En ese sentido, el comunicado también dejó en evidencia la diferencia salarial significativa que existe con honorarios y salarios dentro del sector salud de otros países, lo que genera otro problema paralelo: una alta tasa de migración de profesionales. “Muchos Cuando tienen ofertas en otros países latinos se van porque ganan 5, 6 y hasta 10 veces más que acá, donde el honorario de estas prácticas está muy devaluado”, remarcó el especialista.
FM