Cristina había reclamado mayor control en el manejo de los planes sociales. Lo hizo con una sorpresiva frase en su acalorado discurso: “El Estado debe transparentar frente a la opinión pública. A mi no me gusta que me quieran convencer de que eso es peronismo. Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja”. El ministro de Desarrollo Social, Juanchi Zabaleta también se sintió tocado por estas palabras.
Rápidamente salió a difundir, a través del Ministerio, un listado de hechos que lleva adelante la cartera y que según entienden desmienten las palabras de Cristina. Entre ellos el programa Potenciar Trabajo, uno de los principales desarrollos del ministerio de Zabaleta que tiene asignado un presupuesto de 243.126.690.730 pesos y que es destinado a 1.271.215 titulares activos. Ese dinero es administrado por Emilio Pérsico, Secretario de Economía Social, dependiente de Desarrollo Social y líder del Movimiento Evita. Y albertista, claro.
Los movimientos piqueteros no se quedaron callados: Daniel Menéndez, funcionario de Katopodis y referente de Somos Barrios de Pie dijo: “Con sus expresiones Cristina se suma a la estigmatización que sufren los sectores más excluidos que sobreviven como se puede y que se organizan comunitariamente”. Por último, Juan Grabois hizo lo suyo a través de las redes sociales: “La economía popular no es la tercerización de facultades que antes ejercía maravillosamente el Estado, sino la creación heroica de los excluidos".
También hicieron lo propio Unidad Piquetera, el Frente Darío Santillán y el Polo Obrero. Todos disconformes y sorprendidos por las palabras de quien, hasta ahora, no los había cuestionado.
CB PAR