MODO FONTEVECCHIA
VIDA EXTRATERRESTRE

Un asteroide refuerza la hipótesis del origen extraterrestre de la vida

Muestras obtenidas por Japón en 2020 revelan la extraordinaria capacidad de supervivencia de las moléculas orgánicas.

NUEVAS MUESTRAS DE ASTEROIDES
NUEVAS MUESTRAS DE ASTEROIDES | Télam

Nuevos análisis de muestras del asteroide Ryugu refuerzan la hipótesis de que la vida en la Tierra haya recibido un impulso decisivo desde el espacio. Las moléculas orgánicas de Ryugu, un cuerpo celeste rico en carbono, pudieron haber contribuido a las reacciones que derivaron en el surgimiento de los primeros organismos, hace unos 4.000 millones de años.

La investigación, publicada por la revista de la Sociedad Alemana de Física, determinó que algunos de los compuestos encontrados en el asteroide ya estaban en la nube de gas en la que se generó nuestro sistema solar. En ese momento, el asteroide alcanzó los 40 grados y eventualmente se formó agua líquida en su superficie, un ámbito para que las reacciones químicas empezaran a generar moléculas cada vez más complejas.

A pesar de que eventualmente volvió a congelarse, y de su exposición a la radiación cósmica y solar, aquellas moléculas primitivas sobrevivieron durante miles de millones de años. Eso hace pensar a los astrónomos que asteroides como Ryugu podrían haber enriquecido aquella Tierra joven con sus propias sustancias orgánicas.

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La idea más aceptada es que ese proceso sucedió después de que las primeras moléculas orgánicas reaccionaran con el agua del interior de los planetas, para así desarrollar otras que, en una interacción prolongada con el ambiente y la geología terrestres, dieron paso a organismos unicelulares y luego multicelulares.

Los restos de Ryugu llegaron a la Tierra el 8 de diciembre de 2020, en el marco de la misión japonesa Hayabusa 2. Fue un hito, ya que puso a disposición de los científicos muestras estériles tomadas directamente de la superficie de un asteroide en el espacio, a diferencia de aquellas recuperadas de los meteoritos, que son asteroides expuestos al ambiente y a la manipulación humana tras impactar en nuestro planeta. Todo indica que, para desentrañar nuevas claves de la vida en la Tierra, habrá que seguir mirando al cielo.

MVB JL