El periodista político, Claudio Mardones, informó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), sobre el grave dato de desnutrición infantil.
La organización Barrios de Pie, junto a su equipo de agentes sanitarios y promotores comunitarios, presentó un informe sobre la situación de malnutrición en los barrios populares.
Estos datos, evidentemente, tensan la situación entre el ministerio de Desarrollo Social, encabezado por Victoria Tolosa Paz, y los movimientos sociales, que se encuentran reclamando por mejoras en el monto de los planes.
El estudio es un diagnóstico nutricional realizado sobre 38.622 niños, niñas y adolescentes, que fue realizado en 16 provincias de todo el país.
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Los datos presentados
Según el informe, existe una malnutrición global que ronda el 48,6%. Es decir que casi uno de cada dos niños relevados en los barrios populares sufre malnutrición. Las alteraciones más frecuentes fueron sobrepeso (20,9%) y obesidad (24,5%).
El déficit de peso se ubica en un 3,2% global, y la baja talla, que suele producirse por desnutrición crónica, se ubica en el 6,7%, con un predominio en menores de dos años.
La franja etaria con mayor índice de malnutrición es entre los 6 y los 10 años, y alcanza el 53%. La obesidad infantil por malnutrición toca un pico del 29,9%, prácticamente uno de cada tres niños.
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Las causas que se conocen
Los altos índices de malnutrición tienen que ver con el tipo de alimentación de las familias en los barrios populares.
El informe detalla que, la oferta nutricional que caracteriza las casas humildes, se compone principalmente por hidratos de carbono complejos y grasas saturadas, y muy baja en frutas, verduras y carnes magras.
Además, otro dato importante son las tasas de inseguridad alimentaria, que llegan a casi una de cada cuatro familias, en las que algún menor dejó de realizar alguna comida durante el día.
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Conclusiones del informe
El informe concluye que la malnutrición por exceso, que vemos en los barrios, suele combinar sobrepeso u obesidad con carencia de micronutrientes esenciales, en especial durante las etapas tempranas de la vida.
Esto suele afectar el desarrollo neurológico y el crecimiento de los niños, niñas y adolescentes, y tiene impacto directo a la salud, generando una menor capacidad inmunológica en el organismo, facilitando la aparición de infecciones, merma de la capacidad intelectual, problemas respiratorios, disminución de la capacidad física, y mayor riesgo de trastornos psíquicos como depresión y ansiedad.
El informe contrasta con el último presentado en 2019, donde la tasa de malnutrición total llegaba al 44,1%. Actualmente es del 48,6%.
FM JL
