The Brian Jonestown Massacre, liderada por Anton Newcombe, nació en los ’90 en San Francisco. Desde que surgieron plantearon una propuesta que llamó la atención: en una era en la que surgió con fuerza el grunge, con Nirvana, o el britpop, con bandas como Oasis, ellos se propusieron retomar el espíritu de los ‘60 y ‘70 enfocados en los inicios de The Rolling Stones y de la Velvet Underground. Esos sonidos intervenidos por Newcombe y una estética sónica de la época son el combo que engendró The Brian Jonestown Massacre que 30 años después lanzó un nuevo álbum y se coloca entre uno de los mejores entre sus más de 20 discos. Con esto en abril darán un show en Argentina.
El nombre de la banda juega con dos cosas, por un lado, el nombre de Brian Jones, el difunto guitarrista de The Rolling Stones, y a la "Tragedia de Jonestown", en la que una secta religiosa acabó con la vida de más de 900 personas en Jonestown, ciudad de la Guyana. Podría pensarse que hay una aspiración “vintage” en el imaginario de Newcombe que este año lanzó un disco titulado “The future is your past” (El futuro es tu pasado), pero el propio creador contó PERFIL la razón de ese nombre.
La composición de gran parte de las canciones de “The future…” ocurrió durante la pandemia que Anton Newcombe atravesó con su hijo más chico de, entonces, siete años. “Él tenía todo tipo de ocurrencias y entre ellas apareció la idea de ‘El futuro es el pasado’”, explicó Newcombe. En la tapa del álbum se ilustra por un lado un caballero medieval en su caballo y por el otro una especie de camión de guerra y, según el lider de The Brian Jonestown Massacre, fue un modo de plantear un combate interminable que ahora incluso reflota la idea de una posible bomba atómica.
“Pero cuando pensás en los niños, y en su forma de reflexionar, ellos solamente quieren divertirse y que la gente sea feliz y me parece tan simple”, analizó el artista que basó en esas elementales y potentes ideas el bautismo de su álbum: “En ese sentido el futuro realmente es tu pasado”. El horizonte es no perder esa sensibilidad primaria y esos deseos de bienestar para uno mismo y los demás.
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A esta altura de una vida vivida intensamente Newcombe asegura: “Me siento muy afortunado y bendecido; en muchos sentidos fui tan terco como una mula, porque hice lo que tenía que hacer y trabajé duro. No sé de dónde viene, no sé si es un daño cerebral, una enfermedad mental o es algo que vi en la televisión o en un afiche de unos hippies cuando era chico, pero me siento realmente bendecido porque amo hacer música y preocuparme por la gente”, subrayó. “Disfruto de que estemos ahí, juntos”, enfatizó.
Dig! el documental que llevó un registro de la banda durante 7 años
En 2004 se estrenó el documental Dig! de Ondi Timoner que filmó a The Brian Jonestown Massacre durante 7 años - desde 1989 hasta 1995- y los mismo hizo con otra banda de ese momento: The Dandy Warhols. El film recibió muchos reconocimientos por ser el testimonio de una época y por crear una especie de debate fáctico entre sucumbir o no a las leyes de la industria musical. Sin embargo, como una especie de fábula, la historia parece dejar una moraleja que deja en una posición no tan grata a Anton Newcombe.
La película completa puede verse en Youtube y muestra como ambas bandas avanzan en un camino conjunto hasta que The Dandy Warhols se lanza en la búsqueda de un hit y realiza videoclips para llegar a MTV, mientras que Newcombe y los suyos desprecian esa “venta” del arte y se sumergen cada vez más en la heroína y la autodestrucción. No hay ganadores al final de la película, pero en la dicotomía planteada unos parecen ser los racionales y los otros los psicodélicos perdidos.
El registro fílmico del momento, el grado de intimidad que logra la realizadora hacen del material una obra muy valiosa como testimonio. También incluye partes de la vida privada de Anton Newcombe muy complejas como una madre distante o sobrepasada por la conducta de su hijo y un padre que decide suicidarse en el día del cumpleaños del músico. Un combo que puede tambalear a cualquiera.
The future is your past
Entre la fecha del fin del documental y un recital de casi 3 horas subido a Youtube del festival Nox Orae en Suiza el año pasado hay un abismo en el que Anton y los suyos pasaron por un tamiz que logró que The BJM logre un sonido pulido, sin perder su origen rugoso, pero espesado por los años. Ese vino joven mutó en un licor para paladares finos. Y rockeros.
“The future is your past” es un álbum para despertar: “Da todo lo que tenés, esa es la única manera de vivir”, avisa Newcombe en la canción que da inició al álbum: "Do rainbows have ends?". “Pero también quiero ser claro, no me refiero a ‘vamos a drogarnos’ o cosas por el estilo, no soy ese tipo de persona. Creo que me preocupo por la gente”, aclaró Anton Newcombe desde su casa en Berlín donde espera dar comienzo a la gira.
La creación según Anton Newcombe
“Cuando compongo no pienso demasiado, todo viene de mi corazón y, primero que nada es para mí, para recordarme a mí”, contó Anton Newcombe. “Hay un tiempo para cada cosa, un tiempo para escapar de una casa en llamas y tiempo para llorar por las cosas perdidas, es simple”, relató. “Hay un momento en el que hay que ser duro, como en un funeral, tenés que tratar de ser fuerte para tu familia y la gente que amás y después hay tiempo para hacer el duelo y tenés que enfocarte en esas cosas”, analizó. “Si decís verdades, vas a encontrar gente, si te mantenés fiel a vos mismo, vas a encontrar el lugar correcto”, reflexionó.
-¿Cuál cree que es la diferencia entre componer a los 20 y ahora, 30 años después?
-Bueno, en un principio pensaba “guau, la gente se va a volver loca con esta idea” y nunca ocurrió de la manera en la que yo me imaginaba, pero, al mismo tiempo, podría ir a tocar un concierto con todas las canciones de los primeros días de mi grupo y la gente no diría “bueno, esta es la música de 1990”, al contrario, les encanta. Siento que trabajo en algo muy raro, en algo sin tiempo, que es lo contrario a plantearse hacer algo para ya, para ahora mismo.
-¿Cómo se plantea esta gira?
- Me emociona tocar porque, por un lado, nunca traté de hacer una grabación perfecta, discos perfectos, corregir errores. No lo intento dos veces en realidad. Ni siquiera lo pienso, pero para la música en vivo, trato con mucho esfuerzo de hacerlo bien. A veces el público se sorprende de que le grito a un integrante de la banda o a alguien del público le pido que se calle, pero es que quiero que sea lo mejor para todos.
Los fans de The Brian Jonestown Massacre guardan como un tesoro la visita de la banda en 2016 que tocó cuatro horas en Niceto Club. Esta vez “será mejor”, promete Anton. El próximo 18 de abril en el Complejo Art Media la banda presenta su nuevo disco, pero también repasara su larga historia musical.
rb / ds