Los últimos dos años se ha estado viviendo en un metaverso casi sin percibirlo. Trabajo, clases, conciertos y cumpleaños virtuales; cada vez más es el tiempo que se está socializando, viviendo “online”; pero ¿qué es el Metaverso?
Es un espacio de realidad virtual, en donde las personas interactúan entre sí; trabajan, juegan, compran, venden y se visten; y la industria de la moda no se quedó atrás en este nuevo mundo. La pandemia impulsó a las grandes marcas a desafiar sus esquemas y encontrar formas distintas de llegar al consumidor sin que él deba ir a sus tiendas. Desfiles virtuales por streaming, modelos virtuales como Lili Miquela o Shudu, desfiles sin modelos, como Pink Label by Hanifa Digital, o aplicaciones con realidad aumentada como la de Gucci, entre otras.
Las marcas están entrando al mundo digital generando una mayor llegada a los que son sus grandes consumidores: la generación Z. Ya sea, mediante colaboraciones con la industria de los videojuegos, con la colaboración entre Balenciaga por Fortnite, o filtros en Instagram para probar nuevos lanzamientos, se está abriendo un panorama hacia una concepción distinta de la moda tal como hoy se la conoce. Las pantallas se han convertido en las nuevas vidrieras digitales, en donde el consumidor es total partícipe.
Zara se lanza al metaverso y diseña una colección para avatares
A medida que se pasa más tiempo en un mundo virtual, se comienza a tener el deseo de verse mejor en él. ¿Se hablará en un futuro de colecciones de moda digitales? ¿A qué necesidades y deseos responderían dichas colecciones?
Se vive en un universo de tecnologías exponenciales que se encuentran en pleno apogeo. La transformación digital, la Industria 4.0, las criptomonedas, el blockchain o los bienes digitales. Paulatinamente las personas se van interiorizando en la idea de un “Meta Universo”, un espacio digital alternativo; esa es la próxima fase de la combinación entre la Realidad Virtual y la Inteligencia Artificial.
Cathy Hackl, también conocida como la madrina del metaverso, lo define como “la confluencia entre nuestra vida física y digital". Es tratar, de alguna manera, que Internet permita ir más allá de escritorios y paredes. En el Metaverso, las personas van a vivir y compartir ambientes digitales en un universo virtual. Este espacio se transformará en un lugar de interacción social, de trabajo, de desarrollo y, por lo tanto, de otro espacio, en donde las personas querrán proyectarse y crear su propia identidad. Tal como sucede en el mundo físico, la moda juega un rol importante como medio de autoexpresión, y va a ser crucial para la representación de avatares digitales.
El robot humanoide “Sophia” incursiona en el metaverso en una subasta con TNF
DressX™, RTFKT™ y exclusible™, son algunas de las compañías que están sentando las bases para la construcción de esta nueva noción de la moda.
Por ejemplo, RTFKT™ que trabajó junto a un artista digital adolescente para la creación de zapatillas digitales, vendió una serie de 600 pares de zapatillas virtuales en cinco minutos, generando un ingreso de $3.1 millones de dólares. O La nueva musa de Prada, un avatar creado para promover una colección de fragancias; o la exposición Gucci Garden, que atrajo a más de 19,9 millones de visitantes; o Nikeland, el mundo virtual de Nike, que contendrá edificios virtuales, campos, estadios y edificios, para que los jugadores disfruten de varios minijuegos virtuales.
La generación Z y los millenials ya no discriminan entre el mundo físico y virtual, y para alcanzar a quienes son los principales consumidores, se debe estar en ese lugar, hablar su idioma y compartir sus valores. Es por lo que los mundos de la moda y el gaming van cada vez más de la mano y le están dando un nuevo rostro al lujo.
Barbados incursiona en la diplomacia digital con su embajada en metaverso
Las marcas de lujo internacionales están comenzando a ofrecer experiencias de compra digitales interactivas y creativas pensando el Metaverso como el gran mercado potencial.
Las nuevas tecnologías están reescribiendo el día a día y el futuro de la moda. Cada vez son más las experiencias que permiten escapar de lo ordinario. ¿Será que en un futuro no muy lejano nuestro avatar podrá probarse ropa, accesorios, maquillaje de manera virtual para ordenarlo físicamente? o ¿será nuestro avatar quien lo use para asistir a un concierto virtual? ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por objetos que capaz nunca llegues a tocar?
* Lic. María José Mas Dálessandro. Investigadora. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad del Salvador.
* Ing Sergio Salimbeni. Director de Investigaciones Industria 4.0. Facultad de Ingenieria, Universidad del Salvador.
