Con la llegada de las fiestas la comida comienza a ocupar un lugar protagónico en cada reunión. El consumo suele ser muy abundante, con preparaciones con un alto contenido calórico al cual se suma la ingesta de alcohol. Esta situación puede generar desarreglos en la dieta habitual y más aún, en personas que tienen alguna patología de base y que están en tratamiento nutricional.
Por eso, durante las fiestas recomendamos mantener hábitos saludables de alimentación teniendo en cuenta que la finalidad es la celebración y no el consumo abundante de comida y alcohol. Algunas sugerencias para cuidar la alimentación durante las fiestas son:
Durante las fiestas recomendamos mantener hábitos saludables de alimentación teniendo en cuenta que la finalidad es la celebración y no el consumo abundante de comida y alcohol
- Planificar el menú: optar por comidas más saludables en lugar de preparaciones con alto contenido calórico. Postres: elegir preparaciones simples y que en lo posible contengan variedad de frutas, principalmente de estación.
- Masticar bien los alimentos y disfrutar de los sabores de las preparaciones.
- No saltearnos comidas (realizar desayuno, almuerzo, merienda), para llegar al momento de la cena con menos apetito.
- Controlar las porciones: servirse una vez por cada plato y optar en cada uno de ellos por alimentos más sanos y menos calóricos como vegetales, frutas, etc. Ejemplo: si el plato principal es alguna carne, que el acompañamiento sea vegetales con algún adicional. Guarniciones frescas y variadas.
- Moderar el consumo de alcohol y también las bebidas azucaradas. Dejar las bebidas alcohólicas para los momentos de brindis y beber con moderación.
- Realizar alguna actividad física días previos a las fiestas y posteriores para evitar el aumento de peso.
La carga emocional que pueden tener estas reuniones es probable que se canalicen por medio de la comida o la bebida, es importante expresarlo de otra manera, por medio del diálogo u alguna otra actividad.
En estas fechas influye lo emocional y el estrés que venimos acumulando durante todo el año y más en este año tan particular. Por eso, el momento de la comida no debe ser impulsivo, sino un momento relajado y de disfrute en compañía de familiares y amigos. La carga emocional que pueden tener estas reuniones es probable que se canalicen por medio de la comida o la bebida, es importante expresarlo de otra manera, por medio del diálogo u alguna otra actividad.
*Licenciado en Nutrición. Jefe de Nutrición en enfermedades neurológicas de Fleni.