OPINIóN

El enigma Menotti

Para el autor, el técnico de la selección campeona de 1978 fue la cara civil del aparato de propaganda de la dictadura. Al mismo tiempo que amigo de Joan Manuel Serrat y Mercedes Sosa. Como acaba de decir Guardiola, "un seductor". Y un gran enigma.

César Luis Menotti
César Luis Menotti | CEDOC

César Luis Menotti es un enigma. Un enigma que, partiendo del futbol, va más allá y toca a la política, los medios, la sociedad e, incluso, por usar una palabra muy pasada de moda, la ideología.

En 1978, en plena dictadura militar, apareció el primer número de la revista Humor, muy crítica con la dictadura. En la tapa había una caricatura de Menotti, con las orejas de Martínez de Hoz, muy prominentes. Años después la preguntaron a Andrés Cascioli, director de la revista y autor de la ilustración, cómo esa tapa pudo pasar la censura y no ser clausurados (y hasta detenidos) y dijo: “Porque no me metí con militares, me burlé de los dos civiles más famosos del régimen, y eso debe haber divertido a los milicos”.  Ese mismo Menotti, cara civil del aparto de propaganda de la dictadura, es el mismo del discurso progresista, amigo de Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat, el que se sacaba fotos frente a la estatua de Lenin durante la gira de la selección a la URSS en 1976. Un enigma.

En 1979 por la obtención del campeonato mundial juvenil en Japón, con Diego Maradona como estrella, José María Muñoz, otro propagandista de la dictadura, puso al aire al dictador Jorge Videla, desde Buenos Aires, con Menotti, desde Tokyio, en una conversación que da escozor, vale la pena escucharla. Es el mismo Menotti que decía que se juega como se vive, que valoraba lo estético por sobre el resultado, que tenía una inteligencia y un discurso muy superior al de la media del futbol. Un enigma.

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La conmovedora despedida de Guardiola a Menotti: "El seductor más grande del fútbol argentino"

En 1978 la selección argentina salió campeón del mundo en la cancha de River, a solo 15 cuadras de la Esma, desde donde se escuchaban los gritos de gol de la cancha. El mundial 78 pertenece a esa tradición que integran los juegos olímpicos de la Berlín nazi, el mundial de futbol de Mussolini, o los partidos de rugby internacionales de la Sudáfrica del apartheid. Carrascosa, capitán del a selección, que venía del Huracán de Menotti del 73, renunció para no ser cómplice de esta historia. Antes, en la segunda ronda del mundial, Argentina le había ganado a Perú 6 a 0, en uno de los partidos más oscuros de la historia del futbol. Ahí estuvo Menotti, el que criticaba, siempre con razón, a los que dicen que lo único que importa es ganar. Un enigma.

Si dirá que no estoy hablando de futbol, o que estoy politizando demasiado el asunto. Pero si hay alguien que no dejó nunca de hablar de política, y más aún, de hacer política sobre y desde el futbol, es el propio Menotti. Para despedirlo, Guardiola declaró: “fue el más grande seductor del fútbol argentino”. ¿Menotti seductor? Sin dudas. Porque todo seductor es un gran enigma.