Sensibilizar para que haya más empatía y menos violencia es un mantra que repetimos e intentamos replicar a diario. Abordar problemáticas y concientizar sobre ellas invitando a la comunidad a ponerse en el lugar de quien tenemos al lado, es algo que debemos hacer cada cual desde la responsabilidad, compromiso o rol que le toque en su ámbito de incumbencia y en sentido ciudadano, en el seno de su comunidad. Desde las referencias políticas, judiciales, sociales y vecinales, docentes, medios de comunicación, comerciantes, trabajadores, cada quien puede aportar desde su lugar para transformar lo colectivo.
Hoy en día y pandemia mediante, las causas colectivas deben abordarse más que nunca, continuando las que cada cual perseguía por sus propias convicciones y promoviendo las nuevas que generó la pandemia. En primer lugar, la necesidad de cuidarse para evitar el contagio y una mayor replicación del Coronavirus y, posteriormente con la llegada de las vacuna, de inscribirse o concurrir directamente al vacunatorio más cercano si cumplen con determinados requisitos. Estos dos imperativos, cuidarse e inmunizarse, sin dudas, se han transformado en esta nueva normalidad, en los mayores actos de empatía existentes para lograr vencer a la pandemia.
Cuidarse e inmunizarse, sin dudas, se han transformado en esta nueva normalidad, en los mayores actos de empatía
Indudablemente, en este contexto, se impone generar estrategias de replicación conjunta para generar la mayor efectividad posible en lo que refiere a continuar con los cuidados sanitarios como a la necesidad de vacunarse. Sobre esto, claramente debe haber acuerdos y consensos macros porque no hay lugar para fisura alguna. Por ello, necesitamos del Estado y su continuo esfuerzo para que progresivamente haya más vacunas disponibles, del amplio espectro político, académico, comunicacional como de la sociedad en su conjunto, para que la legitimación sobre ello sea contundente.
En este contexto, la pandemia como fenómeno global exige una salida colectiva y ella se traduce, en lo concreto, en tirar todos y todas para el mismo lado por sobre cualquier partidismo, ideología o idiosincrasia que se tenga. Por lo cual, la convicción transversal de que la salida está cerca, que podemos ser protagonistas del cese de la pandemia, que el esfuerzo tiene que ser individual pero sobre todo colectivo con empatía y solidaridad, debe ser el faro que nos guíe y nos anime a seguir por el camino de los cuidados y de la vacunación.
Necesitamos del Estado y su continuo esfuerzo para que haya más vacunas disponibles
En este proceso de salida colectiva, es importante concientizar sobre el papel importante que cada uno desde su individualidad puede cumplir en este proceso, desde dar el ejemplo como desde el acompañamiento a quien lo necesita. Sin dudas, son momentos en que las redes de ayuda y contención deben fortalecerse como también, la accesibilidad a la información precisa, confiable y científica sobre todo lo relacionado a la pandemia.
Claramente, son momentos para generar confianza y no confusión, para generar consensos y no divisiones en un contexto en donde la responsabilidad, en primer lugar, es del Estado, pero también en el día a día, de todos y todas, ya que podemos ser parte de ese proceso de salida colectiva que también es ciudadano y debe darse de forma unida y armoniosa.
Abogado y Director del Observatorio de Familias y Juventudes de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.