A medida que se acerca un nuevo período electoral, surgen polémicas sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el lugar que ocupa en la dinámica política y económica de nuestro país. Es una provincia, un municipio, la capital de la República, la capital financiera, la gran capital cultural de América Latina, entre otras, en un ejercicio sistemático y recurrente, que evidencia una búsqueda.
En las elecciones se eligen los y las representantes a través del ejercicio ciudadano del voto; por eso, los comicios legislativos, son una oportunidad para ir en busca de la vocación electoral de millones de ciudadanos y ciudadanas. En la CABA, en este caso, los porteños y las porteñas votan proyectos nacionales, y éste es un momento especial, en el que tanto la ciudad y el país, deben acercar posiciones, para consolidar nuestra democracia.
Debemos asumir que, a pesar de los múltiples debates, no se ha profundizado demasiado en el rol que juega la ciudad y sus habitantes, en el proyecto de país. Esto no ha generado diagnósticos y acciones acordes con las posibilidades y oportunidades de una de las ciudades más relevantes de nuestro continente.
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Las elecciones para elegir Jefe de Gobierno suceden junto a la elección presidencial, y las propuestas se entremezclan: desde el tratamiento de la basura, el subte, el metro bus, las bicisendas, con propuestas para el país en torno a los candidatos presidenciales.
En 2019, Matías Lammens nos invitó a pensar un modelo de Ciudad, en sintonía con un proyecto de país, incorporando lo productivo y lo innovador, como ejes prioritarios para un camino de largo plazo. Ejemplo de ello es la propuesta de crear la primera agencia de Ciencia y Técnica porteña en la ciudad con más investigadores del país.
Cuando afirmo que, desde el Distrito Tecnológico, instalado en la Comuna 4.0, podemos convertir a la Ciudad en el gran faro tecnológico de la Argentina y de la región, es que propongo un debate público por la redefinición de sentido que demanda nuestra ciudad. Cada vez resulta más difícil dar la espalda al avance productivo, innovador y tecnológico, al que nos empuja el mundo.
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Es hora de proponer una agenda urbana potente, de gran ciudad, de capital de un país y que se piense a la vanguardia del continente; llegó el momento de replantear el rol ausente de la CABA en la Argentina. Es hora de tomar y sostener la idea de la gran posibilidad que nos otorga la cuarta revolución industrial, apoyados en la formación académica de excelencia que tenemos, reconocida en el mundo, y que es la base de la proliferación de empresas productoras de bienes y servicios, de la economía del conocimiento.
En síntesis, desde la política tenemos el desafío de generar una visión más nítida del sentido actual de ciudadanía federal que empezamos a transitar. La Ciudad de Buenos Aires, de la mano de la Economía del Conocimiento, será nuevamente una Ciudad Productiva y, ese camino maravilloso de la creación humana llamado trabajo, merece un lugar en la agenda pública.
* Verónica Tenaglia. Comunera por la Comuna 4.0. Empresaria pyme tecnológica.
