La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la demencia más frecuente y durante el período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) debido a la pandemia por COVID-19 muchos pacientes cambiaron sus rutinas y el cuidado habitual que reciben.
Desde el centro de Memoria de Fleni realizamos dos encuestas a familiares de pacientes ancianos con demencia para conocer el impacto del aislamiento en la salud y bienestar de pacientes y cuidadores. El cuidado de estos pacientes recaía en la familia en primera instancia y era más frecuente la presencia de cuidadores mujeres que hombres. En la primera encuesta, a las cuatro semanas del ASPO, observamos que en la mayoría de los casos los familiares reportaban aumento del estrés del cuidador, y ese efecto era más marcado en los familiares que cuidaban pacientes con demencia severa. Otros hallazgos fueron que casi todos los pacientes habían suspendido los tratamientos de rehabilitación tanto física como cognitiva que recibían antes de la cuarentena. Los familiares de sujetos con demencia leve estaban preocupados por contagiar ellos mismos a los pacientes cuando los visitaban, y la principal preocupación en los que estaban a cargo de sujetos con demencia severa era que faltara o enfermara el cuidador pago.
La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la demencia más frecuente y durante el período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio
En la segunda encuesta, realizada luego de las primeras ocho semanas de aislamiento, se estudió hasta qué punto la cuarentena por COVID-19 había afectado los síntomas conductuales en sujetos con demencia. Entre los hallazgos detectamos un empeoramiento de síntomas como ansiedad, trastornos en el sueño, depresión y el incremento de uso de psicofármacos en los sujetos con demencia. Consideramos que esto puede ser debido al cambio brusco que sufrieron en su cotidianeidad, ya que previo al aislamiento, una parte fundamental de su tratamiento eran los grupos de apoyo, talleres de memoria o centros de día, las rutinas con actividades recreativas y de ejercicio físico. Con la cuarentena, muchas de estas actividades se vieron impedidas. También se identificó que la mayoría de los pacientes había interrumpido las actividades de rehabilitación.
Por todo esto, sería importante desarrollar un plan de acción en conjunto entre familias, personal de salud que trata a estos pacientes y las autoridades sanitarias a fin de ayudar a los familiares y a los sujetos con demencia que viven en la comunidad, durante el aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus.
*Dra. Centro de Memoria y Envejecimiento de Fleni, Neurología Cognitiva.