OPINIóN
Globalización

TICS y sociedad: un vínculo difícil

La tecnología es tan buena como la sociedad en la que se inserta, no es externa al sujeto, es parte de, y se desenvuelve en un sistema históricamente determinado que le da sentido.

Trump 20210205
Más de 60 millones de norteamericanos aún creen que les robaron las elecciones, una cifra que trasciende al votante Qanon de Trump | cedoc

Alguien en, digamos Singapur, pero podría ser cualquier otra persona en otro país, compra un papel en la web del banco. No conoce su contenido, que financia no importa a quién, y a un desarrollador en Baires. El hecho multiplicado globaliza el financiamiento del desarrollador, lo que le da ventaja competitiva y la demanda de suelo, alienando la relación entre su valor en dólares y el ingreso medio local. Alejando a la “parejita” del primer departamento a refaccionar, una pena, dejando inquilinos en la calle, una tragedia, ambas amplificadas por devaluaciones. Barcelona, Londres o Roma. Territorio libre de corridas pero no de un turismo descomunal que, plataforma digital mediante, alquila a dueños tentados por el filón: una jugosa renta de corto plazo sin estacionalidad. La expulsión de vecinos bajo la pandemia ha obligado a la intervención del Estado. La promesa de nuevos horizontes de inversión para unos de la mano de la perdida masiva del derecho a la ciudad para otros.

El mito fundacional de inclusión del emprendedurismo meritócrata, el romantizado front-yard garaje de Bill, Steve, y Jeff, dio lugar a head-hunters que se llevan lo mejor y “maso” de Standford antes del “prom dance”. Para el resto, si tienen camioneta o, ¿quién no?, coche o bici, reputadas plataformas. Los que se despidieron de un entrañable en la UCI, están con amigos, aunque cueste el verbo en modo virtual, los que teletrabajando preservan el pellejo, los salvados por un respirador hecho con 3D, me están puteando. Ven el árbol. El bosque: las TICS han vehiculizado un nivel de concentración solo emulada por la magnitud de las rentas de los gigantes de la web y su capacidad para evadir responsabilidad social y fiscal. Algunos beneficios visibles para muchos, ominosos costos invisibles para muchos más. Los unos y los otros a veces son el mismo.

Las TICS han vehiculizado un nivel de concentración solo emulada por la magnitud de las rentas de los gigantes de la web

Fruto del optimismo tecnológico del siglo 20, los omnicomprensivos beneficios de la globalización y su ariete, las TICS, decantaron en un “corremos desde atrás” subtexto de: nos dormimos y nos están despertando sus pesadillas. Cuando ya en los 90 en foros académicos se debatía sobre los conflictos que crearían las nuevas relaciones sociales, ni la clase política ni el Estado recogieron el guante. Dos hechos en apariencia inconexos comparten causa que refuerza lo sostenido.

Los porcentajes de población que dudan vacunarse generan tanta preocupación a Bruselas como un estudio que daba cuenta de esto. No se trata de los fragorosos terraplanistas y conspiranoicos de siempre. Un segmento significativo de universitarios de grado y postgrado argüían una presunta incidencia en la dinámica genética del organismo, tanto como la carencia de lo único que no se puede reproducir bajo experimentación, el tiempo. Si se advierte que los efectos en la genética se manifiestan tardíamente la segunda razón cobra fuerza. A la pregunta sobre el origen de las opiniones, las respuestas variaron:  nota/opinión muro de amigo, tuit, o nota en medio digital. En todos los casos no se pudieron precisar fuentes y en los pocos en que sí, se refirieron periodistas sin competencia en el tópico. La paradoja: cuando el entrevistador los confronta con la fundamentación que las técnicas de ARN mensajero y adenovirus no interactúan a nivel genético, la mayoría interpeló al entrevistador por las fuentes. 

La imágenes son de “Batman”, hordas enardecidas saquean comercios y“semejanza no es  coincidencia”, edificios públicos de Gotham. Su improbable muso, su “Joker”, no es el abusado y destituido-devenido psicópata Arthur Fleck del “Maestro” Phoenix, sino un asesino más conspicuo y taimado responsable por acción de la muerte de cinco personas en el asalto al Capitolio y por omisión voluntariosa de vaya uno a saber cuántos por Covid. 

Más de 60 millones de norteamericanos aún creen que les robaron las elecciones, una cifra que trasciende al votante Qanon de Trump. Mentiras hubo siempre, no su rebote infinito en nada. No era la primera de Trump, ni la primera que incitaba a la violencia.  El cierre de su cuenta que lo deja inerme ipso facto manifiesta el descomunal poder de la red del pajarito, la “eternidad” hasta el mismo, sus intereses opacos. Ni el círculo rojo “de allá”, ni el reconocimiento a Biden de Merkel , Johnson y Macron pudieron tanto.

 La tecnología es tan buena como la sociedad en la que se inserta, no es externa al sujeto

Gigantes de la web median la relación entre sociedad e información y tornan en supermercado de descripciones de hechos y opiniones diversas donde las góndolas más atractivas no contienen productos buenos, y el control de calidad es flojo. El resultado a la larga o a la corta... intoxicaciones masivas en un mundo de bizarras jerarquías en el que las trayectorias académicas o laborales se subordinan al número de seguidores o de likes. Un problema no tanto para el plus 40 que paladea la invitación a la síntesis creativa cortesía del corset de los 140, como para el vasto demográfico carente de experiencia analógica en el ramo, sobre todo si más allá de lo comunicacional el lenguaje es pensamiento. Tiempos idos de consensos sobre líneas rojas, pactos tácitos entre lector fidelizado y “marca” de contenidos. No importaba tanto que ésta dijera lo que él quería escuchar, como aquello que jamás diría o haría.  El debate sobre el mejor abordaje gira en torno a la oferta. En los extremos lobos vigilando corderos: el Estado y los gigantes tecnológicos. En el medio: jurado global de ilustres. Moderadores de discurso elegidos en base a pluralidad cultural y política de cada nación, etc. La clave es la “demanda” de la que hablar es admitir el fracaso de los sistemas educativos para formar en manejo y análisis de fuentes y datos, criterios de objetividad e investigación, pensamiento crítico. Un camino arduo.

En el desarrollo los modos de mediación de las relaciones sociales que han ejercido las TICS, se generan conflictos complejos no por su culpa. La tecnología es tan buena como la sociedad en la que se inserta, no es externa al sujeto, es parte de, y se desenvuelve en un sistema históricamente determinado que le da sentido, y de relaciones sociales asimétricas respecto al acceso a la misma y a los conocimientos para capitalizar sus ventajas.